Testigos relatan que los presos son forzados a pagar grandes cantidades de dinero para asegurar que no sean golpeados o abusados
El Penal de Chincha esta enfrentando una situación que no puede gestionar desde su interior. Guardias, reclusos y familiares revelaron a los medios de comunicación una red de extorsión y abuso en el penal, en la que no se puede garantizar la seguridad de los presos hasta realizar el pago de «cupos».
Un agente penitenciario con años de experiencia en el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) describe el penal como un campo de batalla silencioso.
A pesar de no llevar cadenas, se siente atrapado en un sistema corrupto, donde la violencia y la extorsión son habituales. «A los presos a veces les exigen mil o mil quinientos soles. También hay cobros por cama o por el derecho de piso», revela..
De acuerdo con las denuncias, los internos deben realizar pagos semanales a los delegados de pabellón (presos con cierto control sobre otros reclusos) para asegurar su seguridad. Estos pagos, gestionados por los propios internos, se cobran bajo amenazas, lo que lleva a las familias de los presos a enviar el dinero desesperadamente.
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Recibos y depósitos destinados a las parejas de los reclusos «líderes» han sido entregados a las autoridades como evidencia del sistema de extorsión que prevalece en el penal.
A pesar de esta presión, algunos reclusos se negaron a pagar las sumas exigidas, lo que resultó en que fueran torturados e incluso violados en diferentes áreas del centro penitenciario. Varios internos confirmaron estos hechos, indicando que tales situaciones eran bastante comunes.
«La hermana de un recluso relató: ‘Mi hermano me dijo que fue violado porque no pagó su cuota semanal. Fue agredido sexualmente en el pabellón 2B debido a la falta de pago.'»
Extorsión en el Perú
Las extorsiones se han convertido en un delito común en todo el Perú. Según las denuncias presentadas por las víctimas durante 2023, estos casos aumentaron un 44% en el país, alcanzando un total de 22,302 incidentes.
Los datos del Sistema de Denuncias de la Policía (Sidpol) muestran que en al menos 12 regiones del Perú, los casos de extorsión aumentaron entre un 100% y un 220%, cifras que superan ampliamente el promedio nacional y reflejan la situación actual de la seguridad ciudadana en estas áreas del país.