La selección peruana enfrenta un duro camino en las Eliminatorias Sudamericanas, con la obligación de ganar en casa y mejorar su rendimiento.
Tras sufrir una contundente derrota de 4-0 ante Brasil, el panorama para Perú en las Eliminatorias se ha vuelto incierto. A pesar del mal resultado, los jugadores y el cuerpo técnico mantienen la esperanza de revertir la situación. Con apenas seis puntos y ocupando el penúltimo lugar de la tabla, el equipo dirigido por Jorge Fossati sabe que necesita sumar de manera urgente en los próximos encuentros para seguir en la pelea por un cupo a la cita mundialista.
Con seis derrotas, tres empates y una única victoria, la selección peruana está obligada a mejorar su juego. El técnico Fossati asumió la responsabilidad por la dolorosa derrota ante Brasil y reconoció que el equipo dejó una mala imagen en el campo. «No se puede analizar dos partidos de la misma manera», dijo Fossati, aludiendo a la victoria anterior por 1-0 ante Uruguay en Lima. Sin embargo, admitió que el rendimiento mostrado ante la ‘Canarinha’ estuvo muy por debajo de lo esperado.
El reto para la selección peruana es claro: ganar los partidos que le quedan como local y sumar puntos en sus visitas a difíciles rivales. El próximo desafío será en noviembre, cuando Perú reciba a Chile en Lima y luego enfrente a Argentina en Buenos Aires. Alexander Callens, defensor central del equipo, destacó que matemáticamente aún tienen chances de clasificar. «No estamos eliminados, sabemos que tenemos que ganar en casa y sacar puntos afuera», señaló.
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Sin embargo, el camino no será fácil. El arquero Pedro Gallese, quien no podrá jugar ante Chile por acumulación de tarjetas amarillas, también reconoció lo complicado del escenario, pero subrayó que el equipo sigue motivado. «Duele perder así, pero tenemos que levantarnos. Nos quedan ocho finales», afirmó el guardameta.
Perú deberá enfrentar a rivales directos como Bolivia y Paraguay en Lima, así como buscar sumar puntos en difíciles visitas a Argentina, Venezuela, Colombia y Uruguay. Aunque la situación parece adversa, la selección peruana no pierde la fe en lograr lo que ahora parece un milagro: clasificar al Mundial de 2026.