El sujeto sería miembro de la banda criminal conocida como “Los Nuevos Injertos de La Esperanza Trujillo”
En un operativo exitoso, agentes de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Piura arrestaron a Juan Emilio Moscol Silva, conocido como «El Triste».
Este individuo estaba extorsionando a una empresa constructora, exigiendo 200,000 soles a la encargada del Consorcio Milán para «dejarla trabajar sin problemas» y evitar ataques contra los trabajadores de una importante obra en el distrito de La Unión.
La intervención policial tuvo lugar en el centro poblado de El Tablazo, en el distrito de La Unión, donde agentes de la unidad de Secuestros de Piura realizaron un allanamiento en la vivienda de Moscol Silva para proceder con su arresto.
Durante la detención, se confiscaron tres teléfonos móviles, dos cartuchos de dinamita, dos mototaxis y 10 balas para arma de fuego. Estos hallazgos refuerzan las sospechas sobre las amenazas que Moscol Silva habría estado haciendo contra la empresa constructora y su personal.
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De acuerdo con las primeras investigaciones, el individuo estaría vinculado a la temida banda criminal «Los nuevos injertos de La Esperanza Trujillo».
La víctima, que es representante del Consorcio Milán, había reportado previamente que el 6 de septiembre sufrió un atentado en su domicilio. En esa ocasión, desconocidos dispararon contra su propiedad y dejaron un mensaje manuscrito exigiendo el pago del 1% del presupuesto total del proyecto como condición para detener los actos de violencia y amenazas.
Este caso de extorsión fue rápidamente investigado por la Divincri de Piura, que lanzó un operativo para localizar a «El Triste», cuyo historial criminal está asociado con actividades ilegales relacionadas con la extorsión y la violencia.
Según fuentes policiales, Moscol Silva solía intimidar a empresarios y responsables de obras públicas en la región, amenazando con atentar contra la vida de los trabajadores si no recibía grandes sumas de dinero.
Las autoridades han subrayado la relevancia de este operativo, ya que la captura de «El Triste» podría desmantelar una red de extorsión que operaba en la región de Piura, poniendo en riesgo no solo la seguridad de los empresarios, sino también el avance de proyectos de infraestructura esenciales para la comunidad.
