Las acciones se llevan a cabo en las zonas de producción de Constante, Parachique y Barrancos, a una profundidad de 10 a 15 m, para predecir tallas y generar reportes de stock poblacional de este recurso.
Con el objetivo de brindar sostenibilidad a la actividad de los maricultores, se está realizando la demostración y validación del primer muestreo poblacional de concha de abanico en la bahía de Sechura, Piura. Esto se logra mediante el uso de un vehículo submarino equipado con sensores, el cual se conecta a una plataforma tecnológica que emplea inteligencia artificial.
Esta innovadora herramienta, denominada Hindrax, en su versión beta, utiliza robótica submarina y es operada de manera remota (ROV). Fue desarrollada por la empresa VEOX, en colaboración con el CITEpesquero Piura, que forma parte del Instituto Tecnológico de la Producción (ITP) del Ministerio de la Producción.
A la fecha, las pruebas de muestreo se están realizando específicamente en las zonas de Constante, Parachique y Barrancos, a una profundidad de 10 a 15 metros. El propósito es predecir tallas y generar reportes sobre el stock poblacional de concha de abanico.
Además, este dispositivo está equipado con sensores (SONAR y DVL), que permiten mantener una posición constante y generar imágenes de 1 metro x 1 metro, además de una cámara acuática con resolución 2K. Mediante técnicas de aprendizaje automático de segmentación de instancia, se identifican de manera automática los organismos del bento marino.
La información recopilada en estas pruebas se integra en la plataforma sampling.ai, de la empresa VEOX, la cual proporciona muestreos inteligentes para el cultivo de trucha arcoíris y recursos bentónicos.
William Rivera Peña, director del CITEpesquero Piura, señaló que, hasta el momento, las pruebas han arrojado hasta un 95% de precisión. Esto muestra que dicha tecnología submarina viene siendo acertada y se espera que en el futuro pueda complementar las labores de inspección subacuática realizadas por buzos submarinos.
Es importante mencionar que la creación de Hindrax también contó con el apoyo de la Universidad Católica San Pablo (Perú), la Universidad de Lisboa (Portugal) y la Universidad Federal de ABC (Brasil), y se llevó a cabo en el marco de un proyecto del Concytec.