Indignación por fallas en el sistema de justicia y denuncia policial. Seis jóvenes están bajo investigación por posible encubrimiento.
La trágica muerte de Sheyla Cóndor Torres, de 26 años, ha generado consternación y cuestionamientos sobre la actuación de las autoridades. Su madre, Elsa Torres, denunció que la Policía desestimó su pedido de ayuda cuando reportó la desaparición de su hija el pasado 13 de noviembre. “Si ese día me hubieran escuchado, tal vez mi hija estaría viva”, expresó con dolor.
Según relató Elsa, en la Comisaría de Santa Anita los agentes minimizaron su preocupación argumentando que Sheyla podría haber salido con su pareja. Recién dos días después logró interponer una denuncia formal en la Comisaría de Lima Este, aunque sin involucrar directamente al suboficial Darwin Condori Antezana, por miedo a represalias legales. Para el 16 de noviembre, ella misma halló los restos desmembrados de su hija en el departamento de Condori, en Comas.
Historial de violencia ignorado
La familia de Sheyla no es la primera en buscar justicia contra Darwin Condori. En 2023, una joven y dos amigas lo denunciaron por una presunta violación sexual grupal. Sin embargo, el caso ha avanzado lentamente debido a la inacción de las autoridades judiciales. “Dos años hemos luchado y no vemos resultados. Esto pudo evitarse si se actuaba a tiempo”, declaró una de las denunciantes.
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Elsa Torres exige justicia y pide cadena perpetua para Condori. “Un hombre con antecedentes no debió seguir en actividad policial”, señaló, cuestionando la falta de control dentro de la institución.
Actualmente, Condori se encuentra prófugo, y la familia de Sheyla ha solicitado que se le incluya en el programa Los Más Buscados del Ministerio del Interior, además de emitir una alerta internacional para su captura.
Investigaciones en curso
Seis jóvenes están bajo custodia policial por presunto encubrimiento. Dos eran inquilinos del departamento donde se hallaron los restos de Sheyla, mientras que los otros cuatro son compañeros de estudio del imputado en un instituto técnico. Sus familiares defienden su inocencia, asegurando que no detectaron nada extraño en el lugar.
Ante estos hechos, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ordenó la intervención de Inspectoría de la Policía para investigar la omisión de las denuncias tanto en el caso de violación como en la desaparición de Sheyla.
La tragedia de Sheyla refleja las graves fallas en los sistemas de denuncia y justicia, dejando un llamado urgente para reformar las instituciones encargadas de proteger a los ciudadanos.