Hoy, Un ¡VIVA a El PERÚ! Hay que destacar, que El Perú, tiene su arrojo y su valentía, sus «arranques» positivos, que de una u otra manera, le dan mérito a nivel internacional, a algunas de sus decisiones y «cartilla», a muchos otros países.
Por lo pronto, voy a citar cuatro:
1- La prisión perpetua de Abimael Guzmán,
2- La prisión de 35 años a Vladimiro Montesinos, que culmina. en el 2023.
3- La prisión de 25 años a Alberto Fujimori, que culmina en el 2034. Y la
4- Que llamaría «La Joya de la Corona», la que tiene que ver con la «Eliminación de la Inmunidad/Impunidad Parlamentaria”.
En realidad, la inmunidad/impunidad, debería desaparecer por completo del ámbito de los Poderes que dirigen al país. Tanto del Poder Ejecutivo (Presidencial), del Legislativo (Congreso, Senadores) y del Judicial (Cortes, etc.).
Y de este nivel hacia abajo: ministros, cuerpos colegiados, gobernadores, alcaldes, etc. Nuestro apreciado Larousse, (1968), nos dice en la pág. 581, que INMUNIDAD es «Privilegio», que a causa de su cargo, exime a determinadas personas, de la responsabilidad que pudieran contraer en el ejercicio de sus funciones. Luego, encontramos en la pág. 840, el significado de la palabra PRIVILEGIO: Ventaja exclusiva, favor, prerrogativa.
En resumidas cuentas, esa Inmunidad o ese Privilegio, si bien ha existido a nivel diplomático: Fuero Diplomático, Inmunidad Diplomática: El área de una Embajada, aunque está ubicada en un territorio extranjero, es considerado como una extensión del país que r representa. Pero eso es harina de otro costal. Lo cierto es que la tal «Inmunidad Parlamentaria», que nunca debió haber existido, al paso de los años, se convirtió en una especie de «cueva de ladrones».
¿Por qué razón y de dónde a cuándo, debe un Presidente, un Congresista, un Senador, un Ministro, gozar de ese privilegio? ¿Qué hace a estos individuos, a esta *selección*, tener un régimen frente a la Justicia, diferente, exclusivo, ventajoso, ante los demás ciudadanos del país? Cuando hoy en día está comprobado que algunos Presidentes al igual que Parlamentarios, han hecho desaparecer a través de sobornos, cohecho, chanchullos y otras componendas, la «pendejadita» de US14.000’000.000.-
Y cuando leo, que los dineros provenientes de lo que se recupere de los sobornos, se dispongan para luchar contra la corrupción, «me da la impresión» que la corrupción va a continuar. Es lo que alguien decía en un programa humorístico, «bobada grande».
Esos dineros, deben volver a las arcas del Estado y de allí, trasladarlos a donde hace por lo menos 200 años debían haber ido: A las soluciones de Educación, de la Salud y de la Vivienda de los menos favorecidos. No podemos continuar, con que la Población desamparada, coma «lo que sabemos».
Los abusos que se cometan por denuncias irresponsables o calumniosas, falsos testimonios, difamación, etc., a un Presidente, Ministro o Miembro de Cuerpo Colegiado, se juzgará de la siguiente manera: Si una denuncia resultara falsa, etc., el equivocado y errado denunciante, pagará tanto la suma que estaba en entredicho como la cárcel que habría de pagar a quien estaba difamando.
¡Santo remedio! Quien se las quiera dar de «vivo» y complicarle la vida a un Presidente, Ministro o Miembro de Cuerpo Colegiado, ha de estar seguro de la acusación y poseer las pruebas necesarias.
Esto no es ninguna novedad, está escrito en el Pentateuco, desde hace una buena cantidad de años.
(*) Miembro de A.I.E.L.C.
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