Por Amín Chaoudri
Embajador del Reino de Marruecos*
Presentación del continente africano
Los humanos han habitado África por más tiempo que en cualquier otro lugar de la Tierra. Su historia allí se remonta más allá de las herramientas de piedra más antiguas, hace 6 a 7 millones de años.
Cuando hablamos de África de hoy, hablamos de un continente compuesto por 54 países, 54 estados miembros de la Organización de Naciones Unidas, 54 países según el Derecho Internacional, no existe en nuestro continente más que 54 estados.
Con una superficie de un poco más de 30 millones km2, unos 1.415 millones de personas y una tasa de crecimiento media que se acercaba a los dos dígitos antes de la pandemia, mil idiomas, más de 2000 dialectos y un inmenso mundo multicultural y multiétnico.
En los últimos años, África ha dado pasos gigantescos en la mejora de la gobernanza política y económica, lo cual se ha percibido en elecciones pacíficas, gobiernos democráticos, empoderamiento de las mujeres y aumento de su papel protagónico, en la lucha contra la corrupción, contra el terrorismo y la reducción de los conflictos armados.
Pandemia fue devastadora
Permítanme recordarles que se estima que el 60 % de la población africana tiene menos de 24 años. Con tasas de crecimiento demográfico altas.
Para el 2030, los jóvenes africanos constituirán el 42 % de la juventud mundial, por tanto, las políticas y programas de apoyo al desarrollo inclusivo de los jóvenes son fundamentales ahora más que nunca.
También, es importante destacar que surgen preocupaciones sobre cómo preparar a los jóvenes para una economía del conocimiento que evoluciona cada vez más.
Sin embargo, el impacto económico de la pandemia en el continente africano fue devastador:
Según un informe del Banco Mundial, África sufrió la primera recesión en 25 años, con una caída de la actividad económica superior al 3 % en 2020.
En la era postpandemia, el continente espera una mayor integración económica regional para la mejora de las perspectivas de crecimiento, que permitirán a los productores africanos construir cadenas de valor regionales, logrando economías de escala, aumentando el comercio intra-africano para ser más competitivos internacionalmente.
Priorizar el desarrollo social y económico
Desde el lanzamiento de la Organización para la Unidad Africana (OUA), de la que Marruecos fue miembro fundador, hasta la Agenda 2063 de la Unión Africana (UA), que proporciona un marco estratégico para la transformación socioeconómica del continente en los próximos cincuenta años, la voluntad de los líderes africanos de armonizar las políticas de los Estados se ha ido fortaleciendo año tras año.
La génesis de la Agenda 2063 fue la comprensión por parte de los líderes africanos de la necesidad de reenfocar y priorizar la agenda de África a partir de la lucha contra el apartheid y el logro de la independencia política continental que había estado en el centro de la Organización para la Unidad Africana (OUA), a priorizar el desarrollo social y económico inclusivo, la integración continental y regional, la gobernabilidad democrática y la paz y la seguridad, entre otros temas destinados a reposicionar a África para que se convierta en un actor dominante en el escenario mundial.
En este sentido, las iniciativas de la UA en el sector comercial se consideran esenciales para estimular las inversiones y la puesta en común de los recursos africanos, con el fin de fortalecer la transformación estructural y el desarrollo de las cadenas de valor regionales, aumentar las oportunidades de empleo, fortalecer la seguridad alimentaria mediante la reducción de las barreras comerciales de los productos agrícolas, y mejorar la competitividad de los productos industriales africanos, aprovechando las economías de escala de un mercado continental.
El continente, donde se trabaja para tener la mayor zona de libre comercio del mundo (ZLECAf) y un mercado de más 1400 millones de personas, está preparado para crear una trayectoria de desarrollo completamente nueva aprovechando el potencial de sus recursos naturales y su capital humano.
Por otro lado, y con el objetivo de una globalización fructífera, África pudo duplicar su producto interior bruto en doce años y registrar una de las mayores tasas de crecimiento en las nuevas tecnologías y en el comercio electrónico con el 7 % del PBI y también aumentar las tasas de la inversión extranjera.
Es evidente que el continente más joven del mundo cuenta con muchas oportunidades y un futuro que representan un potencial, para situarlo como uno de los animadores del mundo emergente en las próximas décadas, y ello gracias a su crecimiento económico y demográfico.
El nexo entre separatismo y terrorismo:
Nuestra diplomacia ha hecho de África una de las prioridades estratégicas de la política exterior. Esta elección estratégica encuentra sus fundamentos en la filiación geográfica de Marruecos y en su historia milenaria que ha moldeado su identidad y su cultura, pero también se ve reforzada por la vocación como polo de estabilidad, desarrollo regional y de influencia cultural y civilizatoria.
Sin embargo, el creciente nexo entre terrorismo y separatismo está amenazando los esfuerzos por el desarrollo del continente, de manera que la colusión contra la soberanía y la estabilidad de los Estados alimenta la alianza entre terroristas y separatistas, que son financiados por conocidos Estados desestabilizadores, amenazando la paz y la seguridad regionales.
Citando el ejemplo del norte de África y del interconectado Sahel, donde están plagados una plétora de desafíos de seguridad, como la proliferación de grupos extremistas y separatistas, cientos de miles de personas desplazadas, frecuentes sequías y un creciente tráfico de narcóticos, armas y otros contrabandos ilícitos.
Eso significa una amenaza real sobre la zona en general y sobre mi país en particular.
En ese sentido, Marruecos, ha llamado la atención, en varias ocasiones, a la comunidad internacional sobre el peligro de dejar a esos grupos separatistas vinculados de manera directa con el terrorismo y el tráfico de drogas y de armas un espacio sin control que amenace la paz y la estabilidad regional.
Por ello, hemos luchado y seguiremos luchando de manera frontal contra la lacra del terrorismo y el separatismo, así como contra cualquier elemento desestabilizador que ponga en peligro nuestra integridad territorial, nuestra soberanía, nuestra paz y nuestra prosperidad.
Sin embargo, ante la creciente preocupación por las amenazas a la seguridad a las que se enfrentan el Norte de África y las regiones Sahelo-saharianas debido a la intervención de actores extrarregionales y su colusión con los movimientos separatistas, y para garantizar el desarrollo de la región, Marruecos está decidido a contrarrestar estas amenazas mediante el fortalecimiento de sus alianzas y el compromiso multilateral para defender su integridad territorial y garantizar la seguridad de sus fronteras, recuperadas por los marroquíes que han luchado duramente por ella.
Además, treinta y tres años después de nuestra retirada de la Organización para la Unidad Africana, predecesora de la Unión Africana, fuimos readmitidos como Estado miembro del organismo regional panafricano el 30 de enero de 2017 de manera abrumadora.
Tras su regreso a la UA, el reino de Marruecos ha optado por priorizar el desarrollo económico en la organización regional, aprovechando nuestras provincias del sur en el Sahara Marroquí como puerta de Marruecos al continente para establecer diversos proyectos de enorme envergadura.
En este sentido, la apertura de 30 consulados en las ciudades marroquíes del sur, Dajla y El Aaiún va más allá de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. Las provincias saharauis ofrecen oportunidades económicas reales debido a su posición geográfica como principal puerta de entrada a África subsahariana y como punto de entrada para la gran mayoría de los envíos de productos procedentes de Europa.
Además, a través del discurso pronunciado con motivo de la celebración del 47º aniversario de la Marcha Verde, Su Majestad el Rey Mohammed VI destacó la profundidad africana que encarnan las provincias del sur, subrayando que: «El Sáhara marroquí ha constituido constantemente un nexo entre Marruecos y su profundidad africana a nivel humano, cultural y económico”.
Las relaciones de Marruecos y África
Desde nuestra independencia, Marruecos ha reafirmado constantemente su identidad africana colocando al continente en el centro de sus prioridades diplomáticas y concediendo suma importancia al desarrollo de nuestras relaciones con nuestros países hermanos africanos, mediante la consolidación de las mismas a nivel político y el establecimiento de alianzas diversificadas y fructíferas a nivel socioeconómico, cultural y espiritual.
Las relaciones de Marruecos con los países africanos son relaciones históricas basadas sobre principios sólidos y cimientos arraigados en nuestros origines. Como dijo SM el Rey Hassan II, que en paz descanse, “Marruecos es como un árbol que tiene sus raíces más profundas en África y sus ramas en Europa.”
Hoy, bajo el reinado de Su Majestad el Rey Mohammed VI y gracias a su visión clarividente, esta vocación africana ha tomado una nueva dimensión al ser parte de una visión a largo plazo que se basa en las virtudes de la cooperación Sur-Sur y el imperativo del desarrollo humano en el establecimiento de relaciones multisectoriales.
La ambición de Marruecos de abrirse más a África se sustenta en una serie de activos, especialmente porque Marruecos es hoy en día un importante socio económico estratégico de la mayoría de las economías africanas, como lo demuestra el aumento exponencial de sus inversiones directas en sectores de alto valor añadido: banca, seguros, telecomunicaciones, energía, agricultura, vivienda social, siendo el segundo inversor en el continente y el primero en la región occidental.
La asociación que propone Marruecos con los países africanos, también se basa en la promoción de la integración regional como instrumento eficaz para fortalecer la competitividad y como nivel adecuado para explotar las complementariedades, afinidades y recursos propios de cada región.
En lo político
La diplomacia marroquí ha apostado por nuevos principios en las relaciones de Marruecos con África, articulados en torno a un tríptico consistente en la defensa de la unidad territorial, cuestiones de desarrollo y proyectos de lucha contra la pobreza y el terrorismo en el continente.
En este contexto, su Majestad el Rey Mohammed VI tomó muchas iniciativas confirmando todo el deseo y el interés de Marruecos por el regreso al espacio africano y en mejores condiciones que las del pasado. El papel de Marruecos fue capital en la fundación de la O.U.A (ahora Unión Africana), aunque ausente desde 1984, estuvo presente en varias reuniones africanas y encuentros que reunieron a África y otros países importantes antes de su regreso a la UA en 2017.
Después de treinta años de ausencia, Marruecos ha tomado conciencia de la importancia de reintegrar la institución panafricana. Para Marruecos, esta reintegración es, por tanto, un éxito diplomático. 5 años después de esta reintegración, podemos comprobar que este retorno ha sido capaz de sentar las bases de una cooperación Sur-Sur unida y mutuamente beneficiosa bajo el liderazgo de SM el Rey.
Marruecos siempre ha pedido una mayor integración política y económica de la región. Citando como ejemplo en 1989, acogió la Cumbre por la que se estableció la Unión del Magreb Árabe en Marrakech.
Una organización regional compuesta por cinco países (Marruecos, Argelia, Mauritania, Libia y Túnez) y no por seis como he escuchado en un foro.
Una década después, el Reino se unió a la Comunidad de Estados Sahelo-Saharianos (CENSAD), y en los días 29 y 30 de marzo de este año, mi país acogió la 21ª sesión ordinaria del consejo ejecutivo de dicha Comunidad.
En 2016, Marruecos solicitó formalmente unirse a CEDEAO y tres años después ratificó el acuerdo del Área de Libre Comercio Continental Africana (ZLECAf), en un fuerte compromiso para concretar los esfuerzos realizados en favor de la integración y el desarrollo del continente.
Componente paz, seguridad y estabilidad
Marruecos sigue llamando a la implementación de acciones inclusivas, comunes y concertadas y defendiendo una mayor coordinación entre todos los países involucrados en el marco de un enfoque consensuado basado en la legalidad internacional.
Como socio por la paz y la seguridad en África, Marruecos contribuye a los esfuerzos de la comunidad internacional para restaurar la paz y la estabilidad en Libia, en Malí, en la República Centroafricana, en Costa de Marfil, en la República Democrática del Congo y en cualquier lugar donde se solicite su apoyo y cooperación y también ha proporcionado contingentes, de forma permanente, a las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, en particular en África.
Y es justo en este contexto que el reto de la paz y la seguridad es fundamental. Por ello, uno de los temas primordiales de la política exterior marroquí es el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la seguridad en África, particularmente en el Magreb, donde no puede haber lugar para Estados fallidos y soluciones obsoletas a diferendos regionales de otras épocas, y donde si hay cabida a un nuevo orden magrebí mediante la revitalización de la Unión del Magreb Árabe (UMA).
Por otra parte, este reconocimiento continental, el Reino de Marruecos fue elegido durante la 35.ª Cumbre de la Unión Africana (UA) en febrero de 2022, como miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la UA para el período 2022-2025, y garantiza la presidencia de este órgano decisorio de la Unión.
La presidencia marroquí de esta institución se inscribe en la continuidad de los compromisos del Reino por una África pacífica, estable y próspera y constituye una consagración de los esfuerzos de la diplomacia del Reino a nivel del Continente Africano, a favor de la paz, la seguridad y la estabilidad en África.
En un enfoque innovador destinado a trazar las líneas generales de una nueva estrategia para la Organización Panafricana, con el fin de hacer frente a los desafíos relacionados con la paz y la seguridad, el Reino de Marruecos tiene como objetivo generar respuestas colectivas a varios temas globales y regionales, señalando que el terrorismo, los niños soldados, el cambio climático, la seguridad alimentaria, la situación en el Sahel serán temas de agenda en varias reuniones a nivel ministerial.
En lo económico
Más allá del aspecto político, Marruecos también busca demostrar su visión a través del desarrollo de sus relaciones económicas con el África subsahariana, pero también del desarrollo económico del propio continente.
Puerta de entrada al continente africano, Marruecos representa un verdadero hub para África y un proveedor de oportunidades para el desarrollo socioeconómico del continente gracias a sus múltiples activos geográficos, demográficos, culturales y económicos,
El papel de Marruecos no solo como hub regional, sino como locomotora del desarrollo socioeconómico de África, mediante su posición como puente intercultural, la cooperación marroquí-africana constituye una oportunidad para el desarrollo del Made in Morocco y la creación de una empresa conjunta para las marcas africanas.
Mi país se emplea desde hace muchos años en llevar a cabo importantes proyectos estratégicos. A título de ejemplo, dos proyectos estructurales en el continente: el Gasoducto Africano Atlántico, entre Nigeria y Marruecos y el establecimiento de unidades de producción de fertilizantes en varios países del continente.:
Gasoducto Africano Atlántico
En lo que se refiere al Gasoducto Africano Atlántico, cuyo objetivo reside en refundir el mercado regional de la electricidad, es proyecto que fue lanzado en 2016 por Su Majestad el Rey Mohammed VI y el presidente de Nigeria, Muhammadu Bouhari, con un costo de más de 25.000 millones de dólares, es una herramienta verdaderamente poderosa para el desarrollo y la integración regional, y está definitivamente en línea con esta orientación que desarrollará los intereses comunes de 13 países de África occidental que cuenta con más de 440 millones de habitantes.
Esta infraestructura contribuirá a la mejora del nivel de vida de las poblaciones, la integración de las economías de la subregión y la mitigación de la desertificación gracias a un suministro de gas sostenible y confiable.
El proyecto dará un nuevo impulso económico, político y de desarrollo a Marruecos en el continente africano, y fortalecerá la posición del Reino como país africano líder en inversiones en África, y permitirá el acceso a muchos actores regionales y continentales importantes fuera del continente africano, el proyecto del gasoducto Nigeria-Marruecos representa una visión estratégica cuya ambición supera los 7000 km al norte.
Para mi país este proyecto, podría convertirse en un referente único de las relaciones Sur-Sur, tanto en lo económico como en lo político.
De hecho, el gasoducto marroquí-nigeriano podría suministrar hasta 31.000 millones de metros cúbicos de gas al año a Europa. Nuestros dos países también se han comprometido a garantizar que la construcción del oleoducto genere beneficios económicos positivos para los trece países de la costa occidental africana por los que pasará.
Se trata de un proyecto estratégico que beneficia a los países de África Occidental y Europa, ya que la energía se pagará a menor coste y algunos sectores, como el eléctrico y el industrial, verán aligerados sus pagos debido a su elevado consumo.
Fertilizantes:
El otro tema de gran interés en este aspecto, y donde cada vez más hay una demanda internacional creciente es el tema de los fertilizantes
En este sentido y es conocido que mi país tiene una gran industria de fertilizantes con una enorme capacidad de producción y alcance internacional, pero lo más importante es que tenemos una clara ventaja en la producción de fertilizantes y de fósforo.
El Reino de Marruecos es el tercer productor mundial, por detrás de China y Estados Unidos, y posee más del 74 % de las reservas mundiales de roca fosfórica, de la que se obtiene el fósforo utilizado en los fertilizantes. Y esto convierte a Marruecos en un guardián de las cadenas mundiales de suministro de alimentos porque todos los cultivos alimentarios necesitan el elemento fósforo para crecer. De hecho, también lo necesita toda la vida vegetal. A diferencia de otros recursos finitos, como los combustibles fósiles, no hay alternativa al fósforo
Y para hacer frente a los retos de la seguridad alimentaria, mi país, ha expresado su firme apuesta por un sector de fertilizantes resistente y generador de valor para la agricultura en el continente, como lo demuestra el reciente lanzamiento de la Oficina Jerifiana de Fosfatos de Marruecos (OCP), de la importante iniciativa para apoyar a los agricultores africanos en respuesta al aumento vertiginoso de los precios de los fertilizantes.
Ya estamos en la segunda fase estructural de esta iniciativa, que supondrá 4 millones de toneladas de fertilizantes, adaptados a los suelos y cultivos africanos, lo que representará aproximadamente el doble de la oferta habitual de fosfatos del continente. Su objetivo es ayudar a alimentar a millones de personas a través del aumento de la producción agrícola.
Por otra parte, teniendo en cuenta que el Reino de Marruecos ha hecho de la agricultura, la seguridad alimentaria y la energía los pilares de su integración africana, Marruecos ha lanzado en este sentido varias asociaciones con diferentes países instalando más de veintena de plantas de fertilizantes en varios países africanos para lograr la autosuficiencia en fertilizantes agrícolas para 2025.
Cooperación Sur-Sur
África está cada vez más presente en las agendas políticas, económicas y financieras de los inversores y empresas marroquíes en el escenario continental. La evolución del comercio bilateral y las inversiones directas de Marruecos durante el período 2000-2019 han registrado un crecimiento medio anual del 9,5 %.
Marruecos, por su parte, también ha entendido que África subsahariana constituye el «continente de mañana» y su espacio natural de expansión, teniendo en cuenta la crisis que vive Europa, por un lado, y el estancamiento de la integración regional por el nivel de la Unión del Magreb Árabe, por otra parte.
Desde 1999, el curso de las relaciones entre el Reino y los países africanos ha iniciado una nueva era de cooperación, la de la cooperación económica Sur-Sur, que beneficiará a todos los países del vasto grupo afro mediterráneo-europeo. Así se preparó, fomentó y acompañó metódicamente el despegue económico y financiero de las empresas marroquíes, públicas y privadas, en los países del sur del Sáhara.
La cooperación entre Marruecos y África subsahariana estuvo marcada, en primer lugar, por la participación de las empresas públicas marroquíes en la ejecución de varios proyectos relacionados con el desarrollo sostenible (construcción de presas, infraestructuras viarias y ferroviarias, telecomunicaciones, saneamiento, electrificación, gestión de recursos hídricos y regadíos, etc.), hoy en día, el sector privado está presente en varios campos donde África se ha convertido en un área estratégica de desarrollo.
Las empresas marroquíes están presentes en más de 45 países africanos. Estas empresas, como Attijariwafa Bank, BMCE Bank of Africa, BCP, Adoha, Maroc Telecom, OCP, Wafa Assurance, entre otras, han construido en los últimos veinte años relaciones económicas muy prometedoras con los distintos países del continente. Estas relaciones se han consolidado a lo largo de los años mediante la adopción de un enfoque pragmático y progresivo.
La atracción africana ha permitido a Marruecos construir una base que puede ser una palanca muy favorable para el desarrollo en África, ilustrada en:
-La conectividad aérea con Royal Air Maroc que sirve la mayoría de las capitales del Norte, Oeste y Centro del continente.
-La conectividad terrestre a través de la carretera Tánger-Dakar que permite desde Mauritania llegar a Malí, Burkina-Faso, Níger hasta Costa de Marfil y a otros países de esta región.
-La conectividad marítima a través de los puertos de Tánger-Med, el puerto de Casablanca o el futuro puerto de Dakhla Atlantique.
Como recordatorio, Tanger-Med ha permitido reducir considerablemente los tiempos de tránsito y los costes logísticos con los distintos países del continente.
-La conectividad económica y financiera: Tres bancos marroquíes presentes en más de 24 países africanos, la Ciudad Financiera y la Bolsa de Valores de Casablanca, son socios de los principales actores de los mercados financieros y plazas africanas.
En lo social
En materia social, SM el Rey Mohammed VI siempre ha tenido el capital humano en el centro de sus prioridades y preocupaciones tanto en Marruecos como en el continente africano, por ello me permito destacar algunas acciones que llevamos haciendo.
En materia de la inmigración, la creación del Observatorio Africano de las Migraciones en Marruecos, a raíz de una propuesta del Monarca, es un ejemplo estelar de esta política.
Con sede en Rabat, el observatorio tiene por misión desarrollar la observación y el intercambio de informaciones entre los países africanos, a fin de favorecer una gestión controlada de los flujos migratorios y también garantizar la implementación del Pacto Mundial para la Migración celebrado en Marrakech en diciembre del 2018.
La Unión Africana, nuestra familia institucional, designó a Su Majestad como defensor de la migración en nombre del continente, habida cuenta de las buenas prácticas de mi país en la formulación y aplicación de una estrategia de migración progresista y basada en derechos. En efecto, Marruecos implementó una inédita política migratoria que consistió en regularizar la situación de más de 50.000 personas particularmente de origen subsahariano.
En este sentido, Marruecos fue el primer país de la región en desarrollar una política de migración legal, ofreciendo a los migrantes de países africanos la oportunidad de tener residencia permanente y vivir con dignidad, porque considera el fenómeno migratorio una oportunidad y no una amenaza.
Se trata de una política nacional basada en un enfoque humanista y responsable y con objetivos escrupulosamente respetuosos de los derechos fundamentales de los emigrantes y refugiados.
En el ámbito de la capacitación, más de 25.000 estudiantes de 47 países africanos prosiguieron sus estudios en Marruecos, beneficiándose de las plazas educativas que ofrece la AMCI, en el marco de los distintos convenios de colaboración. Más del 75% de estos estudiantes africanos se benefician de becas, continúan sus estudios en universidades y colegios marroquíes, así como en establecimientos de formación profesional.
En lo religioso
En lo religioso, que es un elemento de suma importancia, Marruecos que tiene sus raíces en el referente histórico de un islam de rito Maliki, abierto moderado y tolerante, se ha adecuado a las exigencias de los tiempos modernos gracias a las reformas realizadas y puestas a disposición de los países africanos para ayudarles a luchar contra la instrumentalización de la religión con fines políticos.
En este sentido, la formación de imanes africanos(predicadores) es una realidad que cuenta actualmente con más de 25.000 alumnos procedentes de 47 países. La admisión de las promociones actuales en el Instituto Mohammed VI para la Formación de Imanes y Predicadores (Morchidines y Morchidates) demuestra que Marruecos tiene las bases institucionales para preservar su estatuto de defensor del islam moderado.
Marruecos apuesta por el intercambio de conocimientos orientados a la creación de una Institución de Ulemas a nivel de cada país (la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos).
El objetivo es cerrar el paso al extremismo religioso, que constituye un desafío radicado en el uso erróneo, falaz y devastador de la religión, para convertirla en una ideología nihilista con el fin de destruir los cimientos de nuestras sociedades y valores civilizatorios universales de tolerancia y paz.
En cuanto al medio ambiente
El Reino trabaja incansablemente para proteger a los países africanos de los efectos devastadores del cambio climático, como lo demuestra la Cumbre Africana de Acción, celebrada al margen de la Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 22), en Marrakech en 2016, que estableció tres prioridades para la acción climática en África: la Comisión del Clima de la Cuenca del Congo y el Fondo Azul para la Cuenca del Congo, la Comisión del Clima para la región del Sahel y la Comisión del Clima para los pequeños Estados insulares.
El Consejo de Paz y Seguridad (CPS) de la Unión Africana aplaudió la puesta en marcha de estas comisiones en una reunión sobre el cambio climático y sus impactos en los pequeños Estados insulares en desarrollo y saludó el liderazgo y los esfuerzos de Su Majestad el Rey Mohammed VI para poner en funcionamiento la Comisión dedicada a la Cuenca del Congo, que celebró su primera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, en Brazzaville, el 29 de abril de 2018, así como la puesta en funcionamiento de la Comisión dedicada a la región del Sahel, que celebró su primera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Niamey, Níger, el 25 de febrero de 2019.
África y América Latina
Más allá de los lazos históricos y culturales que nos unen, África y América del Sur pueden demostrar que la cooperación Sur-Sur es una herramienta muy significante para nuestro desarrollo. Es dentro de este marco que se creó, en el 2006, la Asociación Sudamericana-África (ASA) como un espacio abierto para los intercambios y acciones a favor de la promoción y el acercamiento entre nuestras regiones.
Hoy en día, propuestas y acciones donde la creación de nuevos vínculos entre bloques regionales o bloques subregionales y el fortalecimiento de nuestras relaciones, son factores de suma importancia para el progreso, el crecimiento y el desarrollo. Por ello nuestros países pueden dar una nueva dimensión a sus relaciones diplomáticas y económicas tendiendo nuevos puentes de amistad y cooperación y abriendo nuevos mercados.
Fiel reflejo de estas alianzas, es la reciente creación del Foro Parlamentario de África, Latinoamérica y el Caribe AFROLAC en noviembre de 2019 en la capital de Marruecos, Rabat, por PARLATINO, PARLACEN, Parlamento Andino, Parlamento del MERCOSUR, Parlamento Panafricano, la Unión Interparlamentaria Africana y la Cámara de Consejeros del Reino de Marruecos, entre otros entes legislativos.
Este organismo interregional que tiene como objetivo abogar y hacer escuchar la voz de los pueblos de América Latina y de África, en lo relativo a las cuestiones de paz, justicia social, entre otros, es un gran avance que nos permitirá, sin duda alguna, lograr un acercamiento más estrecho y un diálogo interactivo, de cara a facilitar la integración regional y consolidar la cooperación.
En este sentido, Marruecos ejerce un liderazgo notable en el acercamiento entre África y América Latina, es un puente de diálogo entre las civilizaciones y los pueblos de las dos regiones a fin de explorar nuevas oportunidades de cooperación Sur-Sur en los planos político, diplomático, económico, comercial, científico, académico y cultural, para la construcción de relaciones más prósperas.
Para acabar, quisiera citarles una frase del discurso de S.M. el Rey Mohammed VI en la Cumbre Extraordinaria de la UA sobre el Área de Libre Comercio Continental:
«Marruecos confía en el codesarrollo fundado sobre la cooperación intra africana y en la complementariedad económica, en la solidaridad activa y en los medios y esfuerzos compartidos.
Se trata, en definitiva, de condiciones inherentes a todo crecimiento inclusivo y al desarrollo humano y sostenible de nuestro continente. El objetivo final es construir nuestro continente como fuerza dinámica y actor de relieve en la escena internacional, al servicio de nuestras poblaciones».
(*) Conferencia en el V Congreso de Relaciones Internacionales que organizó la Facultad de Derecho de la Universidad San Ignacio de Loyola.