Por: Ántero Flores-Aráoz // 2023 en lo bueno, lo malo y lo feo

por | Ene 4, 2024 | Opinión

Siempre es bueno dar una mirada retrospectiva al año que pasó y ello con diversos motivos, además del histórico, como son conocer los errores en que se incurrieron para no caer de nuevo en ellos, así como determinar los aciertos para insistir en su línea conductual.

En esa mirada, siempre es conveniente distinguir el ámbito internacional del nacional y reconociendo que por espacio y memoria seguramente existirán muchas omisiones, me atrevo a efectuar los siguientes señalamientos del 2023:

En cuanto a lo bueno en el ámbito internacional, destacan las medidas de solidaridad universal para ayudar a quienes se han visto seriamente afectados por los conflictos bélicos. Igualmente es excelente el retorno de Argentina al realismo político y económico dejando atrás al populismo, que ojalá sea el retorno de Latinoamérica a la sensatez. En lo nacional, lo bueno no es obra del ser humano sino de la naturaleza, pues el Fenómeno del Niño no llegó con la crudeza y gravedad esperada, tampoco produciéndose el tantas veces anunciado sismo devastador. Podríamos agregar algo en lo nacional, esto es la paciencia ciudadana ante tanta incompetencia de las autoridades de los diferentes sectores del Estado, aunque por cierto con excepciones, no numerosas, pero que siempre las hay. También el haberse mantenido en el poder el actual gobierno que proviene de legítima sucesión constitucional.

Respecto a lo malo, en el ámbito internacional vemos consternados la continuidad de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como el nuevo conflicto desatado en territorio palestino-israelí.

Ahora bien, en la focalización nacional, las puyas, agresiones y enfrentamientos entre nuestras altas autoridades, así como también entre las mismas instituciones que representan, que han generado un clima tóxico que tiene paralizado al país y que está impidiendo que los inversionistas pongan sus capitales en nuestra patria, lo que al final de cuentas significa más oferta laboral sin demanda, más desempleo y por supuesto más pobreza.  A lo narrado se agrega la irresponsabilidad en el gasto público ordinario, pese al decrecimiento de la recaudación tributaria.

Con respecto a lo feo en el área internacional para quien escribe esta columna, es la inoperatividad de las Naciones Unidas (ONU) ante los conflictos internacionales. Una organización que cuesta mucho pero que hace poco y, lo poco que hace, lamentablemente sin éxito.

También en la esfera internacional, lo feo es la persistencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, compuesto por la Comisión y la Corte del mismo nombre, que siguen actuando a espaldas de la realidad, con notorio sesgo ideológico y tomando decisiones no solo desacertadas, sino contrarias al espíritu y letra de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, o Pacto de San José de Costa Rica.

En lo nacional lo feo es la demora en poner en su sitio al SIDH, para enrumbar su comportamiento, haciendo las urgentes reformas que necesita.

También en lo nacional es feísimo que sigan fugadas personas de connotación política, con denuncias de actos de corrupción más que evidentes. Además, la poca fortaleza de decisiones para que ello cambie.

Podríamos agregar la miopía fiscal y judicial para procesar a policías por cumplir con su deber de mantener el orden público o recuperarlo cuando es afectado.

Ojalá que al final del 2024, encontremos solo buenas noticias.


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