No hablo en primera persona, dado que no estoy dando la bienvenida a ningún visitante, ni menos despidiéndolo luego de grata e interesante tertulia. Este artículo tiene por objetivo exhortar o invocar a nuestros hermanos cuzqueños, para que no se flagelen con el maltrato que muchas veces ocasionan a sus visitantes, ergo a los turistas.
Digo que no se flagelen pues los turistas, cuando son mal tratados, pésimamente recibidos y enclaustrados en sus alojamientos, pues simplemente no vuelven y peor que ello, harán propaganda negativa entre familiares y amistades, no solamente para que no visiten el Cuzco, sino que, tratándose de turistas extranjeros, pues no se les ocurra viajar al Perú.
En muchas oportunidades, sea directamente o a través de la prensa, se ha tomado conocimiento de paralizaciones en el Cuzco, no meramente parciales, sino de todo tipo de actividades, con preeminencia en el transporte que ha generado que los turistas que llegaban al Aeropuerto Velasco Astete, tuviesen que cargar o jalar sus equipajes hasta los correspondientes alojamientos, sean casas particulares hasta a hoteles con estrellas más numerosas que el firmamento, pues en Cuzco y alrededores la oferta hotelera es de primerísimo nivel mundial. Igual situación cuando tenían que salir de lo que siempre se ha llamado la capital arqueológica de América.
En oportunidades las paralizaciones han sido acompañadas con piquetes de huelguistas que en el mencionado aeropuerto impedían el ingreso y salida de los viajeros, y los actos de fuerza a los que nos referimos originaban que los viajeros no salgan de paseo, no utilicen guías, no vayan a restaurantes, no adquieran artesanías, no visiten las maravillas de la ciudad imperial y de todos los otros lugares espléndidos con los cuales tanto la naturaleza como nuestros antepasados generosamente legaron al Cuzco.
En el año 2019, es decir prepandemia, Cuzco fue visitado por 4´505,429 turistas, esto es en grosso cálculo, 3´500,000 extranjeros y 1´000,000 de nacionales y, recibió alrededor de S/. 21 mil millones de ingresos, que en porcentaje significa más o menos el 14% del ingreso total, aunque debiéndose precisar que es el turismo el que más puestos de trabajo demanda, por la gran cantidad de establecimientos de expendió de comidas y bebidas, puestos artesanales, hospedajes, agencias de viajes y de guías, espectáculos e importante número de vehículos para el transporte.
Como consecuencia de la pandemia en el 2020 la economía cuzqueña se contrajo en 12.1%, caída superior a la de nivel nacional que fue del 11.1% y en el mismo año los hospedajes se contrajeron en 86.4%, disminuyendo los arribos nacionales en el 43.8%, no teniéndose aún data posterior precisa, aunque si en recuperación.
Se entiende la reducción de la economía por una causa externa, no querida ni deseada, como es el COVID 19, pero lo que es inentendible son las paralizaciones generales que afectan, mortifican y hasta agravian a los turistas, de los cuales en buena medida viven los pobladores de nuestro querido Cuzco. Ojalá que piensen un poco en ello, a finde que se inhiban de auto perjudicarse al maltratar al turismo.