Si bien parecería ser, que el tema de los boletos de ingreso a Machu Picchu es ya un asunto trillado y que cualquier cosa que se diga en demasía, suena a innecesaria insistencia, creemos que si hay temas que no han sido tocados y es importante que se reflexione sobre ellos.
El primero es que el sistema presencial de adquisición de los boletos a esa maravilla del universo, desde hace mucho tiempo es absolutamente obsoleto. Hay que variarlo pues gracias a la informática moderna, ella permite virtualmente adquirir los boletos y transferir el correspondiente pago.
Si el mayor ingreso del Cuzco es por el turismo, sobre todo internacional y siendo Machu Picchu patrimonio de la humanidad, lo lógico y sensato es facilitarles a los turistas la adquisición de los boletos para visitar Machu Picchu.
El cambio de adquisición presencial del boletaje, al sistema informático o virtual, no podía hacerse como se dice “de golpe y porrazo”, sino que requería de un razonable tiempo de adaptación, en que pudiesen coexistir el sistema de adquisición presencial para los locales del Cuzco, con el sistema virtual para los turistas, tanto peruanos como extranjeros. Se hizo, pero con deficiencias comunicacionales.
Por otro lado, el “garrotazo”, o sea la imposición de las medidas por el solo hecho de ejercerse autoridad, no es la más conveniente ni tampoco la que produce mejores resultados. Recordando al General don José del Carmen Marín: “Las ideas se exponen, no se imponen”, inteligente reflexión que preside el ingreso a las instalaciones del “Centro de Estudios Nacionales” (CAEN) en Chorrillos.
Lamentablemente el Ministerio de Cultura que pretendió olvidar tal aforismo y solamente imponer autoridad, por ahora ha fracasado y urge que las medidas transitorias, en que como dijimos antes coexistan los sistemas presencial y virtual, se comuniquen a la población fluidamente, máxime si muchos lugareños aún no han ingresado al mundo digital. El Ministerio de Cultura no puede estar circunscrito a dar supuestas medidas de protección al patrimonio monumental de la Nación o a declarar personas destacadas de la cultura, tiene que pensar y realmente trabajar y ojalá, se pudiese fusionar con el Ministerio de Educación.
En ésa misma línea de pensamiento, antes de imponer en ciertos casos medidas que pueden ser necesarias, pero no precisamente populares, es necesario socializar previamente el asunto, máxime como en el presente caso, existiendo “intereses creados” y hasta “ruleteo” de boletaje, cuando no corrupción, era predecible que el cambio del sistema de venta del boletaje traería problemas sociales.
No es la primera vez que pasa, sino recordemos como hace casi dos décadas, hubo protestas por el intento de hacer en el “Pentagonito”, sobre área sin utilizar, un gran complejo para convenciones, del que sigue adoleciendo nuestro Perú, pues el existente tiene serias carencias, como es la falta de adecuado estacionamiento vehicular. El voluntarismo presidencial de aquella época, erradamente se impuso sobre la estrategia para lograr resultados.
Insistimos en que ya es tiempo en que nuestros hermanos del Cuzco entiendan, que sus actos de fuerza, lejos de atraer turistas, pues los espantan, y ello es contrario a sus intereses. ¡Abran los ojos!