Por: Ántero Flores Aráoz / No se escapa de nuestra mente, el papelón incurrido por altos funcionarios del Ministerio de Cultura, de recientes años, en que, prodigándose con dineros provenientes de nuestros impuestos, financiaron la difusión de una película apologética del delincuente Hugo Blanco Galdós, y digo delincuente sin reparo alguno, porque fue juzgado y condenado por homicidio.
Peor aún, las actuales autoridades del Sector Cultura han hecho alarde de estar en la luna de Paita y el sol de Colán, al atreverse a emitir un disparatado comunicado en que pretenden justificar el esperpento.
Felizmente, no todos los concursos para recibir financiamiento público adolecen de los desatinos originados en el Sector Cultura. Recientemente el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC), en marzo, inmediatamente después de conocida la pandemia del COVID 19 y luego mayo, comprometió a la comunidad científica para que participara en la búsqueda de soluciones.
Se convocó a dos importantes concursos y los científicos respondieron con propuestas como la vacuna que evite contagio, las medicinas que alivien la enfermedad, y el desarrollo ventiladores mecánicos para la atención de los infectados en la pandemia, al verificar prontamente la carencia de ellos en número suficiente.
Información proporcionada por CONCYTEC, menciona las propuestas de universidades como la UPCH, UPC, UNI, PUCP y la UNMSM, así como la Marina de Guerra del Perú, para desarrollar todo lo antes expuesto, así como también mascarillas y trajes con nanopartículas y aplicativo para seguimiento de expedientes, evitando la manipulación de legajos físicos.
Cuesta creer que una entidad del Estado sea eficiente y más alucinante todavía, que haya evaluado técnicamente cientos de propuestas, entre las que llama la atención el equipo de oxígeno autosustentable, tratamientos con antígenos de camélidos, pruebas rápidas moleculares y, pintura especial para los pasamanos en el transporte público de pasajeros que impida la permanencia del virus.
Se requiere que el Sector Privado se interese en lo desarrollado por científicos con los recursos proporcionados por CONCYTEC, pero antes de ello, que otros organismos del Estado, dejando de lado envidias, ayuden en los procesos previos a la elaboración fabril.
Por ejemplo, el Instituto Nacional de Salud (INS) provea de insumos para la validación de las pruebas rápidas o que DIGEMID autorice la producción del ventilador mecánico. Esto último demuestra la razón que tienen los importadores de equipos, por tantos absurdos y exagerados requerimientos de ésa entidad pública, por supuesto, dependiente del Ministerio de Salud.
Siempre en nuestro intelecto ha estado enraizado que, lo que se produce en el extranjero es lo máximo y que lo nacional deja mucho que desear. También que en el extranjero hay significativos aportes al desarrollo e innovación científica y tecnológica, mientras que en el Perú todo ello es deficiente.
No señor, también hay mucho en dichos campos de lo que podemos estar orgullosos y más, cuando vemos que universidades, tanto públicas como privadas investigan, y que tengamos un CONCYTEC que eficientemente lo estimula.