Hace algunas semanas, ya no sé si leí o lo escuché en algún medio radial o televisivo, un comentario sobre mi persona, en el sentido que era conservador, pero con tono claramente de reproche y como si ser conservador sea negativo.
La verdad es que, si soy conservador y, como muchas veces se dice: a mucha honra. Si se trata de conservar y afirmar principios y valores, pues soy conservador. Si se trata de preservar y garantizar el sistema democrático, pues soy conservador. Si se trata que la normatividad legal tenga un sustento ético, pues soy conservador. Si se trata de cumplir y hacer cumplir la ley, pues soy conservador- Si se trata de respetar los Derechos Humanos de todos y no solo de algunos, pues soy conservador.
Dentro de los preceptos que debemos conservar está el de la igualdad, pero de derechos y de oportunidades, garantizando que quien mayormente se prepare y se esfuerce podrá alcanzar sitiales más altos en la Sociedad.
Creo además que hay que conservar el sistema que nos ha permitido crecer como país, dando en las últimas décadas, mayores posibilidades de ascenso social y económico a millones de familias, reduciéndose simultáneamente la pobreza. Esto no implica que no se puedan introducir mejoras y perfeccionamientos.
Si las reglas económicas constitucionales, han permitido el desarrollo y crecimiento como país, evidentemente debemos conservarlas, teniendo como meta que ellas ayuden a que seamos un país de propietarios.
Entre lo que debemos conservar y, de ser el caso acrecentar, está el respeto a nuestras Fuerzas Armadas y Policiales, que se la han jugado para defender nuestras fronteras y territorio, el Mar de Grau y nuestro espacio aéreo. Sin olvidar que exponen sus vidas e integridad para luchar contra el terrorismo homicida que tanto daño ha hecho al país y que tantas vidas cobró su criminal proceder.
Como vemos hay muchas cosas que conservar, teniendo destacado lugar la familia, que es donde debe comenzar la educación y formación del ser humano para convertirlos en ciudadanos de bien para el futuro. Evidentemente que no se trata de cualquier familia, sino de familias regulares que garanticen la adecuada formación de sus miembros.
La vida tiene que ser garantizada, por lo cual los conservadores rechazamos los nuevos aires que tratan de relativizarla, apostando por la permisibilidad del aborto en todas sus formas. Tampoco creemos en las ideologías de género atentatorias contra las reglas naturales, aunque respetando el derecho de elección de su formato de vida de todos los seres humanos.
Bueno pues, no quiero cansar a mis queridos lectores, siguiendo con la relación motivacional de mi conservadurismo, pero si decirles que adicionalmente hay la creencia de una vida sobrenatural para el futuro, y que para ella hay que prepararse. Por supuesto, esto es para quienes somos creyentes y más todavía si somos practicantes.
Tampoco se crea que el conservadurismo es obsoleto o apolillado, está vigente y de modo alguno es estático, pues como toda creación humana siempre puede recibir mejoras.
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