Conversando días atrás con un buen y añejo amigo sobre la situación social y política de nuestra patria, preocupado me dijo que ojalá no caigamos en la “estafa universal”.
Obviamente pregunté ¿cuál era la estafa universal” y me dijo que era el comunismo, el cual es muy exitoso para quienes están en el poder, que lucran a base de la pobreza de los súbditos que están a sus órdenes bajo en engaño de que se trata del dominio o gobierno del “proletariado”. Por supuesto gran mentira que ya tiene más de cien años.
Si hacemos un recorrido por el mundo y hacemos un análisis de la situación de países que cayeron en el comunismo, veremos que sus jerarcas vivían como reyes y el pueblo padecía miserias.
Algunos países, como la Alemania del Este, que sucumbieron al comunismo, tuvieron incluso el descaro de denominarse oficialmente “República Democrática”, cuando de democrática no tenía nada y los jerarcas instaurados en el poder se mantenían todo el tiempo que les fuere posible, hasta ser sustituidos por quienes seguían sus prédicas y prácticas antidemocráticas. Felizmente cayó el muro de Berlín y Alemania se unificó.
Los países que pasaron de una economía centralmente dirigida por los gobernantes dictatoriales que engatusaban a la población, solamente salieron del ostracismo cuando abrieron sus economías, se modernizaron y despejaron también sus fronteras promoviendo la inversión foránea.
En nuestro continente tenemos la experiencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela, en que cúpulas instauradas en el poder, hacen lo que les viene en gana e incursionan en enorme corrupción, llevándolos a saquear los recursos públicos en beneficio propio y de sus familiares y allegados. Dichos recursos los esconden en paraísos fiscales y se dan la gran vida, mientras la población sufre miserias inenarrables y lo peor, muchas veces con pérdida de esperanza de acceder a una mejor situación.
Los gobernantes de los países comunistas se dan la gran vida, pero su prédica es socialista, con lo cual tiene sentido la expresión de “estafa universal”, pues la pretenden extender a otros países.
Lo más penoso es que teniéndose ejemplos por doquier, de quienes cayeron en la estafa política y social a la que nos referimos, sigan con el engaño y permanezcan en la creencia que el socialismo los sacará de la pobreza, cuando a los únicos que sacó de ella fueron a sus gobernantes..
Por lo expuesto, por lo menos quienes lo tienen claro, deberían hacer docencia permanente para que los demás compatriotas no caigan en el juego de los aventureros comunistoides que quieren llevarnos al cao con sus mentiras socializantes, que como repetimos no pueden mostrar nada positivo.
En la docencia a la que nos referimos, tiene un lugar preponderante la prensa seria, sea ella escrita, oral, televisiva y también digital, sin dejar de lado la educación cívica que hay que implementar desde los primeros años de la escuela, como también dar a conocer, desde los sectores empresariales los emprendimientos exitosos que acreditan que las reglas de la economía de mercado y de la social de mercado que preconiza nuestra Constitución, abren caminos de esperanza para que países con futuro que se supone promisor, no caigan en las garras del comunismo perverso y hambreador de la población.