Por: Antero Flores Araoz / Populismo, populismo ¡ra, ra, ra!

por | Ago 27, 2020 | Sin categoría

Por: Antero Flores Araoz / El lector de este artículo, al tomar noticia de su título, podría creer que es plagio de alguna barra del “Pecoso” Ramírez, para alentar a algún equipo de futbol. Ni se lo imaginen, el “Pecoso” era “hincha” o “camiseta”, como dicen los millennials y algunos más creciditos, pero de tonto no tenía ni un pelo.

Con la frase mencionada, he querido fantasear respecto a quienes irresponsablemente pudiesen estar aplaudiendo las medidas populistas que se aprueban, o por lo menos las pretenden, en el Congreso de la República.

Las medidas populistas atraen el aplauso fácil, el jolgorio y la alegría inmediata, pero con el tiempo ellas se convierten en lágrimas, pues las disposiciones irresponsables, a la larga causan perjuicio y afectan a todos.

En la historia, y más en la de nuestro querido país, lo hemos experimentado infinidad de veces, aunque los recientes populismos son francamente escandalosos, pues son dictados a sabiendas que la economía es una disciplina muy sensible y que se puede acabar con la buena direccionalidad en que hemos estado inmersos por ya treinta años.

Esa direccionalidad a la que nos referimos, pre pandemia por supuesto, nos permitió reducir pobreza, crecer la clase media y las oportunidades laborales, así como enrumbar como país en la senda del desarrollo.

Se han propuesto, y también dictado, normas atentatorias contra la estabilidad y buen manejo económico y financiero.  Siendo muchos los ejemplos, por lo menos nos viene a la memoria la supresión de cobro de peajes, pese a ser la contraprestación por la construcción y mantenimiento de carreteras.

Entre los ejemplos, también tenemos la incorporación de trabajadores CAS del MINSA y de EsSALUD a la planilla general y, peor cuando estamos en una emergencia sanitaria que requiere de ingentes recursos financieros para enfrentarla. Puede ser justa la incorporación, pero absolutamente inoportuna.

Disponer a favor de asegurados aportantes, fondos de la ONP y de las AFP, no es de lo más sensato, aunque como dicen la necesidad para los necesitados tiene cara de hereje. Y hay más, como entrometerse en contratos privados, entre ellos los que establecen las pensiones escolares, la reducción o supresión de intereses de operaciones de crédito, aplazamiento de cumplimiento de obligaciones financieras, reducción de renta de alquileres y de retribución por servicios de luz, entre tantos otros populismos.

Pero debemos advertir que los populismos no se circunscriben a temas económicos-financieros, ya que tienen otras facetas, como la reforma política en que se proscribe la reelección de parlamentarios, gobernadores y alcaldes, se dispone paridad de sexo y alternancia en listas parlamentarias, lo que de nada servirá si se mantiene el voto preferencial.

Como complemento de disparatadas normas y proyectos legislativos, tenemos las famosas declaraciones de necesidad nacional e interés público para creación de provincias y distritos, así como para ejecutar obras. Con ellas no se crea nada ni tampoco se construye nada.  Simple populismo engaña muchacho. ¿Cuándo aprenderemos?

 

 


Más recientes

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial