La esperanza, dicen los degenerados trepados en el gobierno y fuera de él, es la última que se pierde. Muy cómodos, pretenden seguir engatusando a la población hambrienta como hacen los hipócritas.-de sotana- No pierdan la fe –ojo no es palabra del Señor—sino de una manga de tahúres, estafadores y ladrones enquistados en todos los estamentos estatales.
Toda esa caterva de innombrables, los Pedros Castillo, la Boluarte el rabioso dizque jurista Kanibal el mismo que amenazaba con ríos de sangre, han degenerado la honradez, el honor y se dedicaron, no bien llegaron al Poder a repartirse la torta junto con la mandataria.
Esta repito de continuo que su gobierno no es corrupto y es público que jalarse la piel del cacharro, borrarse las patas de gallo, enderezarse la ñata todo ha sido pagado a una amiga de su cirujano plástico con el nombramiento de la directora ejecutiva de Essalud.
Más aún, se arroga la propiedad del Seguro para mandar y sacar ejecutivos allí. Esa actitud es el fiel reflejo de lo que hiciera el ágrafo Pedro Castillo que por una noche de alegría puso a la que lo esperaba en bata en nada menos que premier. Por ello, la novia nocturna…perdió al cachudo novio.
Más pícaro resultó el guarapero de Cabana que pagaba sus alegrías (en el Mélody) con sus tarjetas de crédito. Sus ocasionales amigas nocturnas reventaban las tarjetas. Después, diría el guarapero Toledo: “me han secuestrado”.
Así va discurriendo la nefasta vida de los ciudadanos peruanos comandados por una recua de gamberros y amorales.
Por su lado, la gobernanta se ha dado en insistir hablando desfasadas frases que más que alivio se solaza hiriendo mucho más a la empobrecida ciudadanía. Hoy dice con monumental desparpajado que ella hace un delicioso menú con solo S/. 10.00 (diez soles) –Se intuye que el que la empujó a decir semejante estupidez haya sido ese que anunció que los habitantes de de pueblo joven comen como músicos—después de la retreta.- Por eso dijo que están panzones.
Entonces es menester una sugerencia: mejor, no diga más mentiras. Aun cuando no menciona la frase, muy común y conocida, “que me caiga un rayo si miento”. ¡Cuidado! En su caso pueda que se dé.
La doña y su secretario preferido, el del Interior, no advierten o no quieren advertir que dada la degeneración en todos los estamentos estatale, los sumidos en la pobreza y ya sin esperanzas han decido tomar la justicia por sus propias manos.
Y de allí que el cómodo del Interior, en reversa dice que todo está de maravillas desde que él todo inteligente, ha disminuido en grandes proporciones la delincuencia. Lo que dicen los medios informativos, alega, es solo una “percepción”. Que tal cuajo la de éste engreído de la reina.
Y finalmente qué decir de los justicieros de la policía. A ellos se les aparecen los muertos y nadie sabe nada como el último caso del tombo asesino de su novia. Es vox populi que a él también le dieron vuelta ¿Quiénes? ¡Ah! pregúntenle al del Interior, muy cómodo repite que el tombo asesino se dio vuelta él solito.
Eso no lo cree ni el más distraído de los ciudadanos. En adición, los gladiadores de la corrupción, los que van a saludar a la reina porque van camino al cadalso, se esfuman. Se borran, se hacen humo y la policía llora Buaaa… no podemos encontrar a Vladimir y hoy al hermanísimo que fuera aconsejado por su asesor legal. Compinche, perdón, compadre, tienes que borrarte cuanto antes porque veo a este Carhuancho con cara de meterte junto a Chibolín. No dejes de dejarme la mía…pero… Escóndete, ya.
Miembro (r) de la Marina de Guerra y analista político.