Volviendo a las denuncias y reclamos convertidos en lamentos por la indolencia de todos los anteriores son también palabras al viento. Por lo que abusos y arremetidas contra los que menos tienen no merecen ninguna atención. De esa nefasta acción se contagian los malos policías; los leguleyos prestos a defender a delincuentes y sin son narcotraficantes, mejor.
¿Alguien por ventura, podría dudar que a este criminal Vizcarra le hace falta un contingente de defensores? Ya le digo: esos no tienen bandera ahí estarán los otárolas; los Pedrazas oliendo los billetes de esos delincuentes y un sinfín de chupamedias que de pronto se convirtieron en altos funcionarios públicos con grandes sueldos.
El indigente, el menesteroso se estrella contra ese infame muro. Muro de la injuria y estulticia Contra, eventuales autoridades se estrellan los que con derecho reclaman. Están para el ejemplo, los eventuales mandamases distritales incluyendo a los alcaldes convertidos en reyezuelos inalcanzables a las reclamaciones.
Este muro a decir verdad data de hace muchos años, olímpico. La puerta donde de seguro descansa el defensor del pueblo o … está permanentemente cerrada. No escucha y menos ve. Esos mismos eventuales jefes a los que se les llama alcaldes pueden hacer de las suyas sin que nadie los pueda fiscalizar sin correr el riesgo de ser despedido.
A Vizcarra le sale gratis porque … está cobrando. Sobre este delincuente ya habíamos acertado que pasaría la valla. Precisamente a ese del JNE le revientan los reclamos. Yo decido quien es y quién no. A llorar al muro. En resumen: Reclaman, Sancho y… a mí qué michi. Ya puede ir a inscribirse Tongo, el cojo Mame y joven del carro Ferrari con sus billetes pasan a la segunda vuelta.
Por lo pronto y ojalá que me equivoque, dará pase a dos hipócritas malhechores como el tal Urresti –acusado de criminalidad lo mismo que el calzonudo que arrastra también un asesinato. ¿redundante no? Pero qué se hace a ver si el compinche de Vizcarra ese del JNE los saca del camino—y al otro—Nieto Montesinos que con solo unos cuantos meses de ministro – de cultura, primero, luego de Defensa salió premiado con varias propiedades y claro muy vivo él no los ha declarado. Vayamos a ver al gerente del negocio JNE.
Veamos si es que los gitanos del callejón se deciden a encausar a Martín gamberro que se ha hecho vacunar mientras otros miles morían.
Algunos juristas dicen que de plano el Congreso lo enjuicie de inmediato. Lo mismo debe hacer con el cara de yo no fui “gerente de la empresa JNE” por haberse convertido en alcachofa universal y compinche de Vizcarra.
A propósito del pañuelito morado digo que, a falta de circo, por la pandemia, la diversión corrió a cargo de Sagasti. El mismo que llevó un regimiento de mandiles rosados, perdón de efectivos militares con tanquetas y carros portatropas, El engreído gendarme se encargó de dejar sin policías las comisarías para ir aplaudir la llegada de 300 mil vacunas contra el malévolo virus.
Se podría decir que a falta de circos bueno es Sagasti
Cómo es que ese muro se irá ensanchando. Parapetados detrás estarán: el bueno para nada e ilustre primarioso, arquero de pacotilla, – notar que el distrito de La Victoria quedó hecho un charco y almacén de basura como de delincuentes. Pero Forsyth que fuera su alcalde, no acertó a poner orden. Sólo hizo el show de pasearse por Gamarra con un contingente de guardaespaldas. Otro si: Lo peor que le pudiera pasar al país es que el cobarde Julio Guzmán llegara a la presidencia de la mano de la camaleónica Cenada Solis—vaya qué tipa tan hipócrita.
Y para el cierre me he guardado un detalle que no sé si los ciudadanos que leen al Chato en sus trece” perciben que es un gran tira piedras y esconde la mano. Se le sale el forro de izquierdoso. En su último número bate palmas y panegíricos para el ilustre “héroe” Heraud. No lo hace porque fuera un destacado poeta sino un gran comunista. Tengo la impresión que es un Sagasti en retazo. Saludos.
(*) Exmiembro de la Marina de Guerra y analista político.
(*) La Dirección no se hace responsable por los artículos firmados.
