Por: Arturo Bobbio C. / Crisis y miseria política en el Perú

por | Ene 31, 2023 | Opinión

Está semana que pasó, todos los peruanos hemos sido testigos que tenemos un Congreso de espaldas a la población. La iniciativa presentada por un grupo parlamentario, no de izquierda, de adelantar elecciones para este año fue rechazada, esta propuesta tuvo apenas 45 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones.

Esta actitud suicida del Congreso es solo el reflejo del nivel al que se ha llegado en la política peruana, pasamos de tener un sistema político aceptable y hasta respetable en los años 70 y 80, con verdaderos padres de la patria como Víctor Raúl Haya de la Torre, Mariano Melgar, Jorge Basadre, Luis Bedoya, Felipe Osterling, Alfonso Barrantes entre otros, a tener políticos impresentables como los ‘come pollos’, ‘lava pies’.

Se trata de gente despreciada por la ciudadanía, que no se siente representada por esta sarta de delincuentes que si bien logran un curul por el dañino fenómeno del arrastre, no representan ni a los vecinos de su cuadra.

Este mal que simboliza la podredumbre y miseria moral en la que estamos enfrascados debe terminar.

La postergación de los problemas nacionales por parte de toda la clase política debilita al sistema en general, provocando desánimo y frustración en la población, que sintiéndose no escuchada vuelca esa ira en las protestas que estamos viendo en todo el país.

El origen de este problema ya sobre diagnosticado, son algunos partidos políticos, muchos de ellos convertidos en partidos empresas donde se cobra cupos a postulantes a presidencias regionales, congresistas y hasta alcaldías, óvolos que les permiten postular pero que posteriormente son recuperados a través de actos de corrupción en el manejo de sus respectivas entidades como autoridades.

No olvidemos que la Contraloría General de la República, en su mega operativo del año 2022, presentado a principios de este año, determinó un perjuicio económico de más de 24 mil millones de soles producto del alto índice de corrupción e inconductas funcionales.

Este panorama desolador tiene una solución y debe partir de los partidos políticos, ellos deben asumir su responsabilidad por las malas autoridades electas de sus diversas opciones y hacerse cargo de ellos.

Considero pertinente que se cree, en estas organizaciones, la oficina de defensa del elector, ente que podría hacerle seguimiento al cumplimiento de planes de gobierno, índices de corrupción e incluso denunciar penalmente por alguna inconducta o acto de corrupción a las autoridades electas por dicho partido, pero también de los ciudadanos.

Debemos poner nuestro esfuerzo en corregir esta situación, debemos sancionar con nuestra indiferencia electoral a aquellas opciones que nos ofrezcan algún candidato con antecedentes de corrupción o que en el ejercicio de cargos públicos hayan tenido mal desempeño.

Otra gran tarea que tenemos como peruanos es aprender a votar, resistirnos a los regalos y encantos de los diversos candidatos, haciendo una elección técnicamente estudiada, a través del análisis de la viabilidad de sus planes de gobierno y estudio de cada hoja de vida de los postulantes antes de elegir.

Siendo realistas que si ahora nos quejamos de algún mal político, debemos ser conscientes que nosotros, como sociedad, lo pusimos en esa posición de poder, desde donde ahora él nos roba o nos hace daño. Solo teniendo consciencia y con ciencia al elegir, saldremos de esta crisis.


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