La gentrificación es un fenómeno cuyos efectos son terribles en países en vía de desarrollo, como consecuencia de un proceso mal llevado de renovación urbana, donde producto de esta mala planificación se termina desplazando a la población nativa, para convertir a esos espacios de la ciudad en inalcanzables para sus ciudadanos, logrando elitizarlos solo para individuos de mayor poder adquisitivo generalmente extranjeros.
Nuestro país y sus autoridades deben tener mucho cuidado con que el Perú se gentrifique, la distorsión del costo de la vivienda y servicios de las zonas alcanzadas por este proceso afectan directamente a las personas nacionales que las habitan y traen consigo un problema social profundo, donde el dueño de casa termina siendo desplazado, discriminado y vetado de sus propios barrios por un factor meramente económico, por ello los gobiernos deben ordenar el desarrollo urbano sano de sus diversas metrópolis.
Los peruanos debemos tener claro que este ya no es solo un problema de países como Alemania, Italia y Estados Unidos entre otros, ciudades peruanas gentrificadas o casi gentrificadas como Barranco, Miraflores y Cuzco, no solo se han convertido en lugares inalcanzables donde vivir, consumir servicios o simplemente pasar el día para sus habitantes, sino que han poco a poco ido perdiendo su espíritu y espacios con tradiciones propias, esto no se debe permitir, Nueva York por ejemplo ha tomado medidas drásticas contra este proceso, restringiendo el aplicativo de rbnb a quien desee tomar un alojamiento por días, invirtiendo dinero público en zonas deprimidas de la ciudad, apoyando a pequeños negocios locales para que sean competitivos con las grandes cadenas e incluso incentivando créditos públicos para viviendas.
Urge que el gobierno peruano tome medidas en cuatro pilares como lo son, la regulación de la vivienda temporal para el foráneo, incentivos fiscales y apoyo al negocio local emprendedor, fomento de créditos públicos para vivienda de bajo costo y mejoramiento planificado de la ciudad con presupuestos estatales.
Tenemos poco tiempo para evitar que esta manifestación histórica negativa del proceso de globalización nos afecte terriblemente como lo hace con gran parte del mundo, ¡¡manos a la obra!!.