Como criminólogo, abogado y ciudadano veo con mucho entusiasmo la iniciativa legislativa planteada por Vicente Romero Fernández, Ministro del Interior de nuestro país, respecto a la creación de la “Policía del orden y seguridad”.
Esta nueva unidad que plantean crear sería integrada por jóvenes egresados de secundaria de los colegios y licenciados de las fuerzas armadas. Ellos van a recibir un año de formación en las diversas escuelas policiales y tendrán un contrato con una vigencia de 3 años para labores exclusivamente de patrullaje y reforzamiento de la seguridad ciudadana.
Luego de ello quienes deseen postular a las escuelas de oficiales o suboficiales de la Policía Nacional del Perú tendrán una bonificación especial en el proceso de admisión a las mismas.
Con esta medida el Ejecutivo pretendería estrechar la brecha de 50 mil policías faltantes por habitante, para tener estándares aceptables de seguridad en el país.
Durante años vengo planteando un servicio policial y el retorno de la posibilidad que antes existía para que los licenciados de las fuerzas armadas tengan la opción de reengancharse como suboficiales de la Policía Nacional luego de pasar por una capacitación.
Así como existe en las fuerzas armadas el servicio militar, jóvenes de todo el país podrían postular para servir en nuestra Policía Nacional, a un costo mucho menor del planteado por el Ministerio del Interior, que habla de 2153.84 soles, cuando podría pagárseles a estos miembros del servicio policial lo que ganan los del servicio militar 1025 soles.
Este ahorro significativo, si estamos hablando de más de 5000 agentes, podría reorientarse a inversiones de logística para reforzar la seguridad ciudadana en las urbes más peligrosas de nuestra nación.
En otro punto que nuestro planteamiento difiere del Ejecutivo es que al mencionar a egresados de secundaria estamos generalmente hablando de menores de edad, los cuales deberían solo luego de su formación, hacer labores administrativas o de asistencia en investigaciones policiales, cosa que la iniciativa legislativa descarta.
Nuestra propuesta era justamente que estos miembros del servicio policial puedan liberar de esta carga administrativa a policías con formación de 3 o 5 años, dependiendo si son oficiales o suboficiales, para que ellos se dediquen a combatir el crimen en las calles, junto con los licenciados de las fuerzas armadas reenganchados al cuerpo policial luego de su periodo de enseñanza.
Otro tema que está en el tintero y venimos planteando hace un tiempo, es permitir que los efectivos de serenazgo que sean personal en retiro de la Policía Nacional puedan portar armas siempre y cuando tengan su licencia aprobada por Sucamec, esto no solo incentivaría a los gobiernos locales a contratar personal calificado para la seguridad ciudadana sino que ayudaría verdaderamente a que un sereno no tenga que enfrentar con sus manos a delincuentes armados como lo vimos en Santiago de Surco y otros distritos hace poco.
Lo importante y en lo que todos los peruanos debemos convenir, es que hay una propuesta que puede ser mejorada, pero para ello es necesario que el congreso no le dé la espalda al país y de las facultades solicitadas al ejecutivo para abocarse a ello.
