Escribo este artículo exponiéndome a ser calificado de inhumano o de cruel, pero se trata de una serie de reflexiones que me hago frente a los hechos reales que vienen ocurriendo en esta guerra.
Me pregunto: ¿No es que cada gobierno es responsable de la seguridad de sus ciudadanos? ¿Cómo así ocurrió el genocidio del 7 de octubre donde ese monstruo nazi terrorista llamado Hamas pudo cometerlo y las autoridades Israelíes no se anticiparon e incluso reaccionaron tarde? ¿Cómo el gobierno de Israel cree todavía en la humanidad de palestinos y Hamas que han jurado una y mil veces que desean la extinción de Israel? ¿Cuántas vidas judías deben ser sacrificadas para que Israel se convenza de que Irán seguirá apoyando el asesinato de todos los judíos en el mundo?
¿No era que con los secuestradores o terroristas no se negocia? Entonces, ¿por qué Israel señaló que su reacción de autodefensa era primero recuperar a los rehenes y luego eliminar a Hamas? Creo que el orden era, primero eliminar a Hamas y luego recuperar a los rehenes. Cruel de mi parte, ¿no?
Creo que es la realidad. Tal vez debíamos haber asumido que todos los rehenes estaban condenados a muerte y que no había con quien negociar nada. Menos aun tratándose de negociadores como Qatar, financiador de Hamas, de Egipto, que suministraba armas y municiones a Hamas de contrabando y del propio Estados Unidos que más se preocupaba en ganar el voto de los musulmanes en las próximas elecciones que en la seguridad de Israel o el rescate de los rehenes. Incluso el último rescate de rehenes se produjo por acción del propio ejército de Israel y no a través de negociaciones.
Claro que es fácil ahora después de casi un año de guerra dudar sobre la política adoptada. Pero no soy un experto en estrategia bélica, sólo soy un judío preocupado por mi pueblo. Y sigo reflexionando: ¿Cuántas vidas de combatientes judíos se han sacrificado por poner como primer factor de la guerra el rescate de los rehenes? Ya más del triple de vidas se han perdido y Hamas nunca tuvo ni tiene la intención de devolver a los rehenes a sus familias.
Los negociadores citados presionan a Israel constantemente con más concesiones y no lo hacen con Hamas. Pretenden un cese de guerra que de acuerdo a las propuestas significaría la liberación de cárceles israelíes de asesinos para que sigan asesinando a judíos y sumarse a Hamas para repetir los crímenes del 7 de octubre.
Me imagino que si Israel en su justo derecho hubiera atacado con todo su potencial a Hamas probablemente ya hubiera sido eliminado el monstruo e Israel podría imponer condiciones de paz para su supervivencia futura. A cambio de ello, la duración del conflicto le ha abierto hasta 7 frentes con un extremo sufrimiento para su población que ha tenido que abandonar sus viviendas por la reiteración de ataques hasta de los hutíes y sin considerar la amenaza permanente de ataque directo de Irán.
Tanto judíos como cristianos amamos la vida y la paz y estamos poniendo estos principios por delante de todos los valores y no nos queremos convencer que el Islam no es una religión como lo señalara más de un Papa. Se trata de un partido político que ama la muerte y considera que cada uno debe sacrificarse para alcanzar la verdadera vida eterna. Eso incluso es lo que le enseñan a los niños desde su más temprana edad. Por ello matan y asesinan en nombre de Alá y no les importa usar a los palestinos, en esta guerra como escudos. Total, dicen que si mueren van al reino de los cielos. Contra eso no tenemos la más mínima posibilidad de convencerlos de lo contrario.
Por todo ello, creo que si Israel no cambia de estrategia sin importar el que dirán habrá perdido la guerra poniendo en peligro su propia existencia. Y es lo que viene ocurriendo en estos momentos a mi modesto entender, Israel está perdiendo la guerra.