Por: Azi Wolfenson
La guerra Israel/Hamas no es problema de tierras sino se trata de la ambición de convertir al Mundo en islamista.
Es uno de los pasos que va acompañado por la inmigración musulmana masiva de los países de Occidente en los cuales tratan de imponer sus propias leyes y principios y lo vienen consiguiendo.
Los judíos son el grupo religioso minoritario y después vendrán los cristianos y los musulmanes seguirán hasta la conquista total o la destrucción universal sinó se les detiene a tiempo. Y no es que sea pesimista sino más bien realista.
Por un lado, los musulmanes se ven favorecidos por un creciente antisemitismo alimentado por una prensa corrupta y vendida a los petrodólares y por la judeofobia existente desde que apareció un pueblo con valores éticos y morales que iban en contra de los principios que regían la vida de aquella época.
Como iban los gobernantes de la época cuya mayor distracción era conquistar diferentes pueblos tomando sus pertenencias y esclavizando, cuando no asesinando a sus habitantes, a aceptar a un grupo que prohibía el crimen, la esclavitud, la falsedad y proclamaba mas bien amar al prójimo como a uno mismo. Había que eliminarlos. Lástima que este grupo sea tan terco y obstinado y no muere a pesar de todo lo que se hace en su contra.
Los judíos somos el grupo más perseguido y maltratado en toda la historia. Fuimos esclavos en Egipto, expulsados de países en que habíamos nacido y vivíamos en paz, aislados en guetos, masacrados en pogroms. Se inventó en contra nuestra la inquisición, sufrimos el genocidio del holocausto en que asesinaron 6 millones o sea casi un 40% de los nuestros. Y cuando el grupo terrorista Hamas entra a Israel y asesina de manera inhumana y de bestias salvajes a mujeres, ancianos y niños saltan los antisemitas a aplaudir y alegrarse de esta masacre.
Israel es el único país en el mundo que no tiene derecho a defenderse cuando es atacado y cuando gana la guerra tampoco tiene el derecho de dictar las condiciones de paz sino que los vencidos son los que lo hacen. E incluso los países que finalmente y a regañadientes aceptan el derecho de Israel a defenderse le exigen que lo haga “proporcionalmente.”
Y aquí me permito copiar párrafos del artículo que acaba de publicar Nave Dromi que denuncia lo ridículo de la “proporción”. Publicado originalmente bajo el título «Victoria es la única respuesta ‘proporcional». Nave Dromi es directora de la oficina del Foro de Medio Oriente en Israel.
“Una vez más, la comunidad internacional y los medios de comunicación se están enfocando obsesivamente en la noción ridícula de «proporcionalidad» con respecto a la respuesta de Israel a la masacre de Hamas del 7 de octubre.”
Debe entenderse claramente que no hay una definición aceptada o exacta del término «proporcionalidad» o una fórmula para calcularlo. El principio de proporcionalidad implica un equilibrio entre la ventaja militar que resulta de una operación y el daño que probablemente se inflige a civiles y no combatientes.
“Desafortunadamente, sin embargo, muchos comentaristas mal informados creen que la proporcionalidad es simplemente un juego de números, como si la guerra y el conflicto fueran algún tipo de partido deportivo.”
Los medios internacionales ya presentan las víctimas entre los israelíes y los palestinos de lado a lado y preguntando si la respuesta de Israel a los horrores y atrocidades cometidas por los terroristas de Hamas es proporcional.
Israel parece ser el único país del mundo al que nunca se les permite ganar una guerra. Cada vez que Israel comienza a ganar, se le dice que se detenga. Esto es indignante. Implica que una vez que Israel ha matado a más palestinos que los palestinos mataron a los israelíes, la guerra de Israel de repente se vuelve ilegítima.
El autor y periodista británico Douglas Murray dijo durante una entrevista reciente que esto «significaría que, en represalia por lo que Hamas hizo en Israel el sábado, Israel debería tratar de localizar un festival de música en Gaza, por ejemplo, y violar precisamente el número de mujeres que Hamas violó el sábado y matar precisamente el número de jóvenes que Hamas mató el sábado «.
«Deben encontrar una ciudad de exactamente el mismo tamaño que Sderot, y asegurarse de que vayan de puerta en puerta y maten precisamente el número correcto de bebés que Hamas mató en Sderot el sábado, y disparar en la cabeza al mismo número de ancianos a los que les dispararon en Sderot el sábado. Sólo es cuestión de elegir una ciudad «, agregó Murray.
Esta respuesta cerró inmediatamente al entrevistador que había intentado presionar a Murray sobre el tema de la proporcionalidad. Fue una réplica excelente.
Al impulsar la narrativa de proporcionalidad, a Israel se le dice que, en sus guerras de defensa, no se le permitirá lograr la victoria. Los obsesivos de la proporcionalidad saben que Israel no puede ser derrotado por Hamas, por lo que quieren asegurarse de que Israel no derrote a Hamas.
Incluso si fuera posible dejar de lado la manera bestial en que Hamas violó sin piedad a las mujeres, decapitó y quemó bebés, y secuestró a ancianas y niños, es prohibirle a Israel usar los medios a su alcance para garantizar que aquellos que perpetraron los ataques nunca podrían volver a hacerlo.
La palabra «proporcionalidad» nunca se usó una vez durante o después de otras operaciones militares. Es una palabra que parece aplicarse sólo al estado judío.
Israel debe buscar la victoria total para que ésta sea la última guerra contra Hamas. La comunidad internacional incluyendo a los ignorantes antisemitas deben comprender por qué la victoria es esencial para Israel. La derrota de Hamas inmediatamente hará que millones de personas inocentes sean más seguras y terminará las acciones y aspiraciones genocidas del grupo.
Al mismo tiempo será no sólo una advertencia para otras organizaciones extremistas y terroristas en todo el mundo sino un aviso a las ambiciones musulmanas de dominación mundial que despierten a una realidad y se preocupen más bien del desarrollo de sus pueblos que tienen el derecho de vivir en paz y libertad y no a tratar de imponer el islamismo al resto del mundo a toda costa. Derrotar a Hamas es la única respuesta proporcional posible.