Quisiera poder abrirles los ojos a los incrédulos. Con la sola excepción del islamismo todas las religiones alaban la vida y consideran que para ganar el reino de los cielos debemos hacer lo mejor en esta vida. Es el respeto y consideración a los semejantes. Sólo el islamismo rinde tributo a la muerte. Se alcanza el máximo de beneficios y hasta el calificativo de héroes a los que matan a los infieles o mueren sacrificándose en el nombre de Alá. Es decir, es un culto a la muerte y eso es lo que estos regímenes están apoyando. ¿Es eso lo que queremos para nuestros hijos y nietos? Yo personalmente, NO. Y estoy elevando mi voz reiteradamente para que la mayoría considere que nuestro culto es la vida y no la muerte. Se trata no de defender únicamente a los judíos o a Israel. Se trata de defender al mundo. Es una guerra religiosa del islam en contra del resto. Salvo crean lo contrario no sigan apoyando a asesinos que representan lo más diabólico del universo.
Hay voces que defienden la inocencia de los palestinos de Gaza aun cuando todo prueba lo contrario. Incluso todos los rehenes liberados hasta ahora declaran que la población civil palestina es parte de Hamas. Hay el caso de un rehén que escapó y los “inocentes y pacíficos palestinos” en lugar de ayudarlo, lo entregaron a Hamas
Pregunto a los lectores: ¿Permitirían ustedes la creación de un estado vecino al vuestro integrado por 5 millones de personas cuya única educación durante los últimos 70 años ha sido cómo asesinar a sus semejantes hasta su total eliminación? ¿Aprobarían se creará un país que sólo tiene como objetivo eliminar al vuestro? ¿Aceptarían tener de vecinos a un pueblo cuyo mayor premio de alcanzar el cielo, el ser calificado como héroes y ser recompensados económicamente consiste en convertirse en asesinos y cuanto más crueles y sádicos, mejor?
Entonces, ¿Qué hacer con estos “inocentes palestinos” a quienes muchos en el mundo occidental rinde pleitesía y que el mundo árabe apoya en su lucha contra la eliminación de judíos y de Israel? Pero ninguno de los países árabes quiere recibir a estos “pobres refugiados palestinos”.
Una solución adecuada y justa sólo se puede producir garantizando la seguridad de Israel y la Paz entre todos los países del medio oriente. Para ello se requiere que los líderes de este pueblo, que me resisto a llamar nación, reconozcan el derecho de Israel y de los judíos a su existencia y que su sistema de educación se dirija a valores como respeto y consideración a sus semejantes, a la libertad y al desarrollo individual y colectivo para el bienestar propio y de los demás.
Por lo tanto, insisto en que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina no es la Solución, es el Problema. Y la propia ONU no se queda libre de culpa.