(Desde Israel). Cuando los tambores de guerra se acentúan pareciendo inevitable una confrontación final, cuando llegar al aeropuerto Ben Gurion se convierte en angustia por la posible cancelación de los vuelos, al desconocer si la lógica ofensiva de Israel empieza en el norte del país (sur del Líbano) para lograr un colchón de territorio de 30 o 40 km hasta el rio Litani, que le de seguridad a los 60,000 mil desplazados y con ello volver a sus hogares, hablar de paz en este contexto parece ilógico y más aun después de la brutal e infame acción terrorista del 7 de octubre donde asesinaron a más de 1.200 seres humanos, violaron y mancillaron a jóvenes mujeres, los Palestinos tiraron por la borda cualquier posibilidad de negociación para los próximos años hasta liquidar a Hamas y Hezbola como organizaciones del terror.
Pese a todo ello después de intentar entender la compleja sociedad de Israel tengo fundamentos para decir que la paz es posible la convivencia es posible siendo el mayor enemigo de esta el extremismo musulmán ortodoxo desquiciado sin una gota de pragmatismo las teocracias como la de Irán, son la peor expresión de gobierno, combinar política con religión es en la practica una bomba de neutrones para cualquier sociedad, caminando Israel y conversando con Árabes cristianos, Árabes musulmanes, Palestinos empresarios de Nazaret con pasaporte israelí, árabes laicos judíos laicos, judíos ortodoxos, judíos religiosos, Drusos, Beduinos, Cristianos ortodoxos, Armenios y Católicos todo estos grupos viven y se soportan en un delicado equilibrio dentro de este bíblico e imprevisible país todas estas mayorías y minorías están representadas en el parlamento nacional ( Knesset), lo cual demuestra que con todas sus dificultades con todas sus exageraciones el país vive en democracia y con plena libertad de expresión, a diferencia de quienes lo quieren destruir reclamado para si todo el territorio y teniendo en occidente un extraño eco en grupos como los progres, feministas o LGTB si supieran que en donde se les respeta se les ampara y tienen dignidad es en Israel y no en la vorágine musulmana no volverían a tocar una bandera palestina en su vida.
Mención especial merecen los Drusos un pueblo integrado totalmente a la sociedad israelí sirven en el ejército, son empresarios respetan y hacen respetar las leyes del estado defienden como nadie la integridad territorial de Israel, son de los mejores soldados, para ellos la muerte es solo hito más en la vida creen firmemente en la reencarnación eso explica todo.
Ante este escenario estoy seguro que Israel ganara la paz, tarde o temprano el medio oriente entenderá que la existencia de esta nación es inevitable solo hay que vencer la irracionalidad del fundamentalismo como dijo alguna vez Golda Meir “Podemos perdonar a los árabes por matar a nuestros hijos. No podemos perdonarlos por obligarnos a matar a sus hijos. La paz llegara cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros”.
(*) Analista internacional
