Por: Bruno de Ayala Bellido
Jorge Bergoglio, el papa Francisco, enfrenta un estado de salud muy deteriorado. Entre sus múltiples afecciones, destaca una neumonía bilateral agravada por una infección polimicrobiana, lo que ha encendido las alarmas en el Vaticano y nos lleva a preguntarnos: ¿qué pasará después de él? ¿Quién ocupará el trono de San Pedro, la famosa Cátedra Petri?
La evaluación de su pontificado se hará con más detalle en otro momento, pero en términos generales, ha sido un papado lleno de luces y sombras. Algunos lo califican como un liderazgo «políticamente correcto», otros lo ven como un papado de gran impacto mediático, pero con poca sustancia. Desde mi perspectiva, ha debilitado la esencia y la tradición de la Santa Madre Iglesia Católica.
El mapa de poder en el Vaticano
Para comprender el proceso de elección del próximo papa, es clave analizar la configuración del Colegio Cardenalicio. Actualmente, cuenta con 252 miembros, pero solo 138 tienen derecho a voto en el cónclave, por ser menores de 80 años. De estos:
- 86 fueron nombrados por el papa Francisco.
- 38 por el papa Benedicto XVI.
- 14 por san Juan Pablo II.
Este no es un dato menor: el 60 % de los cardenales electores han sido designados por Francisco, lo que significa que su visión progresista tendrá un peso determinante en la elección del próximo pontífice.
Otro factor relevante es el origen geográfico de los cardenales: muchos provienen de África e Hispanoamérica, regiones donde las reformas progresistas no han tenido la misma aceptación que en Europa. Esto podría generar una división dentro del bloque mayoritario, lo que complica la posibilidad de un voto monolítico en el cónclave y podría dividir el voto progresista por temor al rechazo del pueblo católico que representan.
Los candidatos: progresistas, moderados y tradicionalistas
En términos generales, hay tres grandes bloques con papables en la contienda:
- Los continuistas (progresistas)
o Luis Tagle, cardenal de Manila, Filipinas.
o Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, quien ha negociado con China el nombramiento de obispos.
o Matteo Zuppi, cardenal italiano. (Dato interesante: no hay un papa italiano desde hace 50 años).
- Los moderados (buscan un equilibrio entre las reformas y la tradición)
o Péter Erdő, cardenal húngaro.
o Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén.
- Los tradicionalistas (buscan revertir las reformas de Francisco y restaurar una doctrina más clara y una liturgia solemne)
o Raymond Burke, cardenal estadounidense.
o Robert Sarah, cardenal de Guinea Francesa.
La influencia externa en el cónclave
Como en ocasiones anteriores, la elección del nuevo papa no estará exenta de influencias externas. Así como la llegada de Francisco al papado contó con la intervención indirecta del entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, en esta ocasión, el bloque conservador liderado por Donald Trump y su vicepresidente J. D. Vance (católico practicante y tradicionalista) podría jugar un papel determinante.
El Estado más pequeño del mundo (44 hectáreas) se prepara para un nuevo capítulo en su historia. Los vientos de cambio ya soplan en el Vaticano para bien o para mal 1,350 millones de fieles en todo el mundo lo esperan.
(*) Analista Internacional