Me preguntaba qué traje le cabe mejor a Javier Milei, presidente liberal libertario de Argentina, ¿el de héroe o el de villano en estos primeros 100 días de su gobierno? Para aquellos que creemos firmemente en la libertad, definitivamente el de héroe. Aunque estoy seguro de que a él no le hace asco el de villano si de aplicar la motosierra, famoso programa de gobierno por el cual fue electo y con el cual ha reducido considerablemente el paquidérmico estado de su país. Este líder de la nueva derecha hispanoamericana ha demostrado no solo ser una moda temporal; ha llegado a la escena política de nuestro continente para quedarse y dictar cátedra.
No cabe duda de que uno de sus principales logros en estos primeros 100 días es en el aspecto económico. Simplemente cumplió lo que dijo que haría en campaña. Desde ya, para un político, ese es un gran logro. Apagó la maquinita de imprimir billetes, acabó con la emisión inorgánica sin sustento, vicio del Peronismo/Kirchnerismo, y logró por primera vez en 12 años que los gastos del estado sean menores que sus ingresos. De recibir un país con reservas negativas de menos 11 mil millones de dólares, 100 días después tienen un país con reservas positivas de más de 10 mil millones de dólares y subiendo. Este gobierno se presenta como una combinación de políticas económicas liberales y posturas conservadoras en lo político y social, una combinación que cada día está asentándose más en el mundo, ante el fracaso y colapso del progresismo tonto e inútil (idioma inclusivo, ideología de género, feminismo radical, ecologismo catastrófico, etc.).
Pero todo esto tiene un costo social muy alto, sobre todo, en un país como Argentina, el paraíso del subsidio, donde el programa social es un dogma de fe, en donde las necesidades del pueblo se convierten en derechos, convenientemente manipulados por políticos corruptos que ven en la ejecución de la obra pública y en las coimas que ellas representan su forma de vida. Lo de Milei no solo es poner en orden las finanzas públicas, es cambiar la forma de pensar y actuar de todo un pueblo, una verdadera “Batalla Cultural”. En la juventud argentina deposita todas sus esperanzas, juventud que se dio cuenta de que el modelo empobrecedor del antiguo régimen ya no daba para más.
Mientras tanto, la lucha continúa, la negativa del congreso de darle las facultades para profundizar sus reformas no ha hecho más que sacar a relucir su muñeca política, exponiendo toda la corruptela del Kirchnerismo, exponiendo a la casta política y trazando una línea de quiénes están por el cambio y quiénes están por seguir en el pasado. Ha propuesto un gran pacto para mayo en Córdoba, con todos los partidos políticos, un ganar tiempo, muy conveniente porque la inflación está bajando y al bajar, el alivio llegará esperemos pronto, que las fuerzas del cielo lo acompañen.
Internacionalista