Estas elecciones en Venezuela nos han servido a toda Hispanoamérica de mucho. Primero, para saber quién es quién en el concierto internacional. Segundo, para entender que, para salir de una dictadura socialista en alianza natural con el crimen organizado, las buenas formas, el espíritu democrático y la justicia internacional no bastan. Y tercero, el alto riesgo que viven nuestros pueblos de elegir a partidos social progresistas: el manual cubano/venezolano de utilizar la democracia para llegar al poder y luego no dejarlo es por todos ya conocido.
El concierto internacional se ha desnudado, mostrando su real cara. Tomen nota de estos nombres: estos son los canallas que apoyan a Maduro y sus psicópatas que empobrecen, roban y se burlan del mundo entero. Empecemos por el canciller de todas las dictaduras socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente de gobierno español. Cada vez que los asesinos del país llanero lo necesitaban para tapar sus despropósitos, este siniestro estaba presto. Juan Carlos Monedero, “el ideólogo”, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, es un tipo nefasto con una capacidad de defender lo indefendible; la hipocresía corre por sus venas. Lula da Silva, el condenado por corrupción, llamado a poner orden por su peso geopolítico, pero su tibieza hace más daño que bien. Gustavo Petro, ex terrorista, nada bueno se puede esperar de él; intenta también cambiar la constitución de Colombia y aplicar el manual cubano/venezolano para eternizarse en el poder. Andrés Manuel López Obrador no solo apoya a la dictadura, sino que comercia dándole soporte en los organismos internacionales.
Y si ustedes se preguntan por qué las sanciones económicas no funcionan del todo, es porque el mundo está creando una economía paralela: los BRICS (China, Rusia, Brasil y Sudáfrica, los fundadores). Es difícil que estos corruptos se vean afectados. Al existir este mecanismo, ellos siguen mal vendiendo y lanzando miserias a su pueblo. Rusia, China, Irán y Turquía son los países con los cuales las dictaduras con recursos naturales pueden disponer, haciéndose de las divisas para lucrar y mantener su despropósito de terror, pobreza e iniquidad. Solo a China, la dictadura de Maduro le debe más de 50 mil millones de dólares. Otro prestamista frecuente es Rusia; la deuda a la patria de Putin asciende a más de 20 mil millones de dólares. Turquía, aparte de ser el refugio de los dineros de los jerarcas venezolanos, mansiones incluidas, actúa como intermediario, acumulando por ejemplo el oro que se extrae de manera ilegal.
Mención aparte merecen los que opinan en las redes sociales que suelen vivir, en su paraíso progre, (ESPAÑA) dándoles esa cómoda posición, apoyan barbaridades y pretenden darles tiempo a los ladrones para repetir los finales de los dramas venezolanos ya sabidos., ¿qué me dicen de la izquierda peruana, avalando e intentando cambiar el relato con una mediocridad que demuestra su total falta de humanidad? Y finalmente, ¿alguien sabe de la vida del Papa Francisco? ¿Le informan que el pueblo venezolano necesita que se pronuncie? Hasta ahora de su boca no ha salido una palabra. Me olvidaba: tal vez es insignificante, pero más de 360 millones de cristinas son perseguidos en el mundo por su fe.
(*) Analista Internacional
