Claro que sí. Hay actitudes, decisiones y obras que hacen las personas a favor de la patria y que ¡Valen un Perú! Por ejemplo, la actitud valiente y decidida de la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides y su equipo de fiscales, que dio el inicio para salvar de la debacle a lo que quedaba de la democracia en el Perú y su repercusión en los campos político, económico y social del país. Esto no solo por administrar justicia contra el delito inconstitucional, ilegal e inmoral que estaban y todavía algunos están en condición de impunes, aplicando con coraje y en su justa medida la celeridad en juicios, condenas y libertades de acuerdo a la Constitución y las Leyes sin temor a las amenazas de toda índole incluyendo a su propia vida.
Otro caso emblemático digno de resaltar y que ¡Vale un Perú!, es la valentía y sinceridad con que el actual Contralor General de la República, Sr. Nelson Shack Yalta, pese a las amenazas recibidas, ha publicado oficialmente y en forma indignada las cifras, ratios y porcentajes, que se han desaparecido de las arcas del país en actos de corrupción durante el gobierno del ex presidente Castillo, precisamente durante el año 2022.
Esto expresa a todas luces un claro hecho de interferencia en nuestra soberanía jurisdiccional como estado libre, pues la Convención ha realizado una información sesgada en contra del Perú, ya que está adherida a la narrativa ideológica de apoyar a una cadena de difamación contra nuestro país, poniendo a la nación como un estado, opresor, abusivo y asesino que no respeta los derechos humanos, siendo la verdadera razón como todos sabemos, que nuestra patria se encuentra en la actualidad con muchos actores extranjeros infiltrados mientras que Perú lucha por hacer respetar su estado de derecho que como país soberano le corresponde.
Ahora se nos hace difícil de mantener la democracia por estas injerencias internacionales que la interfieren, el Perú debe de replantear evaluar y analizar, si como país democrático debe de seguir perteneciendo a una institución que ha perdido su razón de ser, pues nos obliga a realizar reparaciones civiles a aquellos que han cometido actos terroristas y violaciones de derechos humanos y que solo están alertas a ciertos temas de su interés propio e ideológico y a los intereses de los que están detrás de ellas, es por eso que hoy más que nunca, se deben fortalecer las instituciones tutelares del Perú y decidir si nos retiramos o no de una entidad que ya no inspira confianza y no trae nada bueno para la patria, solo la condena para los que defendieron el estado democrático de un país libre e independiente como estado Nación.
Así como las actitudes descritas que Valen un Perú, hay muchas otras como la del Alcalde de Lima, Sr. Rafael López Aliaga, que ha anunciado ante todo el Perú “Que no permitirá ninguna toma de Lima”. La Notificación de la Cancillería del Perú a Bolivia “Que no se acepta la designación de la Sra. Lidia Patty Mullisaca como Cónsul en la ciudad de Puno”. La anulación por parte del Ministerio de trabajo de la Inscripción irregular del Fenate Perú al Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP), además por estar vinculado a las fachadas de sendero luminoso, como CONARE y MOVADEF.
Y es que para hacer obras que ¡Valgan un Perú!, en las diferentes áreas y aspectos que son primordiales y urgentes de solucionar por el bien del país para mantener, fortalecer y mejorar nuestra débil democracia, se necesitan personas con actitudes valientes que tomen decisiones pensando en las necesidades del pueblo y no anteponiendo los intereses de sus ideologías. Así, lo primero que tendría que hacer el ejecutivo para salvaguardar la defensa externa del territorio, es tener el coraje de enfrentar al comunismo del siglo XXI poniendo primero en orden sus relaciones con Bolivia por la vía diplomática o por la fuerza si llegara a ser necesario.
Con respecto al orden interno, capturar y meter presos a todos los cabecillas extranjeros y nacionales ya identificados que propugnan las protestas violentas en nuestro territorio, especialmente en las regiones del sur, además de autorizar a nuestras Fuerzas del Orden el uso racional de sus armas de acuerdo a lo que especifica la Constitución, Leyes y Reglamentos. Se necesita y el pueblo peruano está en espera de una respuesta y actitud contundente por parte del “Gobierno” para dar solución inmediata a estos problemas. No se puede solucionar primero los problemas de las necesidades básicas si no hay orden.
Por el bien de la patria, no queremos más comunismo ni terrorismo en el Perú.