¡Y ahora qué más le puede venir al Perú!, estamos en un estado de indefensión total y solo se ve humo y se escuchan ecos, pero nada concreto que dé esperanza de paz a la ciudadanía. La CIDH, se sale con la suya en el caso de Víctor Polay Campos, líder del Grupo Terrorista Tupac Amaru (MRTA), al desconocer lo que ya ha juzgado como Organismo Supranacional y ofende al país como Estado Nación Soberano al querer desconocer flagrantemente y reaperturar lo ya actuado en el caso de este infame terrorista el Camarada Polay, culpable del asesinato de muchos peruanos inocentes entre civiles y miembros de las fuerzas del orden.
Para colmo de males esta semana fueron asesinados cuatro miembros más del Ejército Peruano, además de varios heridos del mismo ejército y Policía Nacional en la región de Ayacucho, quienes fueron emboscados por narcoterroristas, los mismos que utilizaron armas de guerra para liquidarlos. Así, cada semana siguen muriendo más y más de nuestros representantes del orden en variadas partes de país y en diferentes tipos de acciones por defender a nuestra sociedad de la criminalidad existente en esta inseguridad ciudadana cada vez más anárquica. ¡HASTA CUANDO!
Lo peor de todo es que la Presidente, el Primer ministro y todo su gabinete, no parecen darse cuenta ¡Estamos en Guerra! Y que la Policía es un servicio del estado cuya importancia nadie niega, pero sin embargo parece que la incluyen en la categoría de Organización Secundaria, porque creen que el Estado Vive de su Economía, de su Industria, de su Agricultura, de su Minería y Comercio, así como de su Equilibrio Exterior, además de sus hombres de ciencia, gamas de profesionales y técnicos, artistas y folklore entre otros.
Pero al margen de estas actividades insignes, la policía es muy importante y aún más importante que las organizaciones ejecutivas. legislativas y económicas, pues actúa en la sombra sin descanso alguno, suavizando la vida material y cotidiana del país, ya que todas las demás actividades mencionadas, pueden parar o suspenderse por un cierto tiempo sin que el país sufra gravemente, pero a condición de que su Policía se Conserve Intacta, ya que es el Sistema Nervioso del Estado Moderno, que mantiene enlazados y coherentes sus distintos órganos y responde a las contingencias urgentes con la rapidez y exactitud de sus reflejos sin importar el matiz político que exista.
De igual forma, las Fuerzas Armadas que garantizan la defensa externa del territorio. Acá Señora Presidente Usted no puede descuidar ambos escenarios y es su obligación como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional dotarlos de los medios necesarios ya descritos para mantenerlos preparados, entrenados y equipados para defender lo que es nuestro y darle la seguridad que el pueblo y el país necesita. Pueden haber otras prioridades pero estas son las más importantes porque aseguran la supervivencia de nuestro Estado Nación y la continuidad de los otros rubros, por lo que no se pueden escatimar los recursos económicos necesarios a las organizaciones que le dan al país, estas garantías. Lo incongruente es reducir el presupuesto en Defensa y Seguridad para el 2024 en S/. 1,700 millones.
Señora Presidente, ya es hora que haga lo que se debe hacer, sin dudas ni titubeos, para que lo nuevo que tenga que venir al Perú y sus ciudadanos sea algo bueno y esperanzador.
(*) Teniente General FAP en retiro.
