Extraordinaria fue la intervención del gobierno peruano a través de nuestro Canciller Javier González Olaechea ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Defendió ante todos sus miembros, incluyendo los ausentes, los principios de la Democracia y Libertad de los estados soberanos, impactando una vez más a los países de la región y del mundo que protestaron por el fraude más escandaloso del Siglo XXI perpetrado por el régimen actual en la República Bolivariana de Venezuela y que le dio el tercer triunfo consecutivo como presidente al actual mandatario dictador Nicolás Maduro, en un régimen que sumado al de Hugo Chávez Frías, lleva ya 25 años de oprobio al pueblo venezolano.
El mismo que ha causado su destrucción y empobrecimiento a los más bajos niveles de toda su historia, además del exilio de más de 8 millones de sus habitantes a varios países de la región y del mundo, donde el Perú alberga a más de 1 millón y medio de ellos.
La postura de nuestro Canciller fue aplaudida en varias oportunidades por los miembros asistentes, al expresarles el motivo por lo que habían sido convocados y ponerles en claro los detalles sucedidos en el proceso del fraude en Venezuela, con las pruebas de los hechos, que en la actualidad figuran en la OEA, como la copia de las actas emitidas en un 80% del total de las mismas, que demuestran el fraude electoral consumado.
Claro está que no se logró el objetivo que se perseguía en la OEA, ya que se tuvo que suprimir, por falta de un voto, el articulo 2B que querían alcanzar y que estipulaba “Instar al Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela” a que publique inmediatamente los resultados de la votación de las elecciones presidenciales de cada mesa, para lo cual era esencial y que a continuación se lleve una verificación integral en presencia de organizaciones de observación independientes, para garantizar la transparencia, credibilidad y legitimidad de los resultados electorales.
Increíblemente se abstuvieron de votar 11 países entre los cuales estaban, Bolivia Brasil y Colombia entre otros y no participaron en la sesión México, obviamente Venezuela y algunos más, con lo cual dicha organización evidenció que ha perdido su valor e importancia de ser un organismo que defiende la democracia y sus libertades, sino que, más bien solo está preparada para defender las ideologías de izquierda de algunos países que promueven el Comunismo del Siglo XXI.
Pero como todo es dual en la vida, la posición de nuestro canciller y lo expresado contundentemente ante la OEA, ha repercutido en todo el mundo fortaleciendo la imagen del Perú, en lo que respecta a la defensa de la convivencia en democracia, libertad y cumplimiento de la constitución, aun con todos los problemas existentes que ya conocemos y libramos a diario.
Ahora los que deben de estar asustados son los rojos y caviares, pues el honroso discurso del canciller ha consolidado la unión y fortaleza de nuestras Fuerzas Armadas que están al servicio de nuestro pueblo, según lo que ordena nuestra constitución, sin ningún otro interés. Posición que no podía admitir Vladimir Cerrón cuando expresó que, para capturar el poder, convocar a una asamblea constituyente y cambiar la constitución, era necesario e imprescindible tener a las FFA y PNP del lado de la izquierda, quizás copiando la posición del Ejercito de Venezuela “Otrora Forjador de Libertades” y que ahora el pueblo venezolano tanto reclama para que intervenga a su favor.
Dios quiera que nuestro canciller permanezca en el cargo hasta las elecciones del 2026 y nuestras FFAA y PNP se mantengan más unidas y cohesionadas que nunca, haciendo honor a su juramento, lemas institucionales y en especial a esa hermosa estrofa del himno de nuestro Ejército que dice: “El Ejército Unido a la Historia con Fecunda y Viril Tradición, se corona con Lauros de Gloria, al Forjar una Libre Nación”
¡Estamos advertidos!
(*) Teniente general FAP en retiro
