César Gallo Lale
A pesar de que cada día es más crítica la Inseguridad Ciudadana y los comicios del 2026 están cada vez más cerca, da la impresión que este gobierno y el congreso no harán nada para disminuir los riesgos que trae la estrategia que vienen planeando los rojos y caviares para apoderarse del poder y/o obtener la mayoría de representantes en la bicameral en las elecciones del próximo año. Para seguir así con la idea de convocar a un referéndum y cambiar la constitución a fin de mantener una fuerte cuña Comunista del siglo XXI en la región con el Perú que tiene una ubicación y posición expectante en América del Sur.
Con una moneda muy estable desde hace mucho tiempo, rico en una serie de minerales y productos agroindustriales, además de una pesca prodigiosa y biodiversidad envidiable y ahora con unas relaciones abiertas con China, que suenan además de expectantes, también en preocupantes respecto al porcentaje de acciones que tienen los asiáticos por ejemplo en los intereses del puerto de Chancay recientemente inaugurado y que ha abierto los ojos a los EEUU estratégicamente por la conexión del Océano Pacífico entre otros intereses.
Y no es broma, pues hasta ahora el Sistema Electoral regido por el Jurado Nacional de Elecciones se inclina hacia el comunismo anarquista y al entorno caviar, ello hace previsible que estemos nuevamente a puertas de un nuevo presidente Comunista y peor todavía que Pedro Castillo, del cual nos salvamos por su improvisación y del hecho de creer que las Fuerzas Armadas y el Ministerio Público lo apoyarían en su sacha golpe de estado.
¡Estamos advertidos entonces! La responsabilidad de corregir las desviaciones básicas del Sistema Electoral para garantizar unas elecciones libres de cualquier tipo de fraude, está en manos de las acciones que tome el Congreso de la República y en la reorganización total del Sistema de Justicia y en determinar las variaciones en todo el proceso que involucra las elecciones sobre considerar a las Fuerzas del Orden para custodiar el material electoral antes, durante y después de las elecciones hasta el término de los comicios, recabar la entrega de una copia de las actas de votación, así como resguardar interna y externamente los locales de votación, propiciando además el voto electrónico para aquellos votantes que se encuentren fuera del país.
La presidente Boluarte tiene también la responsabilidad de convocar al Congreso para que con carácter de urgencia dicten y modifiquen las leyes para arreglar todo el proceso electoral, además de que declaren en reestructuración total todo el Sistema Judicial que bastante daño ha hecho ya al Perú. Además de tomar la decisión de convocar a las fuerzas armadas para devolver la paz y tranquilidad al pueblo peruano, recobrar el orden interno y sentar las bases para que las elecciones generales se desarrollen con normalidad. De manera que la voluntad popular no se vea menoscabada como en años anteriores por los delincuentes internos y externos del país, azuzados por los comunistas y caviares que defienden otros intereses. De lo contrario, si no se hace nada, tendremos que soportar ver qué pasa en las elecciones del 2026 con el riesgo que ello implica.
¡Elecciones libres comunismo y terrorismo nunca más en el Perú!
(*) Teniente General FAP