¿Qué es lo que está pasando en nuestro país? No hay gobernabilidad en ningún sentido y lo peor es que pareciera que ya nos hemos acostumbrado a vivir tranquilos con lo que nos han impuesto poco a poco en el tiempo sin importarnos el caos total que existe. ¡Hay una indiferencia de la ciudadanía nunca antes vista! Frente a la ¡Conveniencia de los de Izquierda y Caviares! Con tanto asesinato, robo, extorsión y corrupción que existe a través de bandas delincuenciales nacionales y extranjeras, es muy fácil pensar que fuerzas oscuras son los que asesoran y gobiernan el país con la intención de tener éxito en las próximas elecciones; poner un próximo Pedro Castillo de presidente y topar con el nuevo congreso bicameral.
La indiferencia ante las cosas malas que suceden mata y condena a las sociedades, que como carneros agachan la cabeza ante tanta injusticia de los que gobiernan por conveniencia de otros intereses, ajenos a las necesidades del pueblo que quiere vivir en democracia, haciéndonos padecer y estar auto sometidos a condiciones extremas de caos y miseria, como si fuera algo normal y aceptable para nuestra real cómplice, impasible e indolente sociedad, que cree que parece ser “nuestra realidad” y tengamos que vivir con ella queramos o no, porque nadie hace nada para evitarlo.
El reclamo de una sociedad organizada en las calles, es el bastión de una respuesta real y tangible del pueblo. Primero como debe de ser, protestar en paz y si eso no funciona, pues poco a poco se irá consolidando la aplicación de la fuerza de rebelión si fuera necesario, hasta lograr el objetivo de cambio que la población necesita, porque las necesidades del pueblo es lo primero que se debe atender en una democracia plena, tal cual rezan los parámetros de libertad y derechos básicos que emanan de la constitución en cualquier país democrático del mundo, pero acá, todo está funcionando al revés y ya es hora de protestar.
Una cosa es resistir la situación de caos que estamos viviendo, con la esperanza de que habrá cambios positivos a futuro, porque se nota que el gobierno toma acciones correctivas de lo malo que sucede, y otra cosa, es esperar y dejar pasar el tiempo con incertidumbre y en estado de riesgo que indica que nada va a cambiar positivamente, todo lo contrario, las probabilidades de que la situación empeore, se tornan mas factibles, sobre todo cuando la inseguridad ciudadana aumenta y el gobierno no hace nada para contrarrestarla. ¿Será por conveniencia?
En este sentido entonces la ventaja hasta ahora para causar caos, zozobra, desequilibrar al país en todo sentido y ganar si es posible las próximas elecciones, logrando sus objetivos y cumpliendo sus intereses políticos, la tienen todos los de la izquierda y caviares, con una buena cantidad de partidos políticos, sostenidos con los fondos que reciben del narcotráfico, minería ilegal, crimen organizado nacional y extranjero, además de algunas ONG entre otros, que siguen aportando para su subsistencia con la finalidad también de lograr la mayoría de curules en el próximo congreso bicameral.
Así que no queda otra cosa para evitar lo anteriormente expuesto que el congreso siga legislando para conseguir las vallas que faltan todavía implementar y normar, sobre la utilización de las Fuerzas Armadas para custodiar el material electoral antes, durante y después de las elecciones hasta el término de los comicios, recabar la entrega de una copia de las actas de votación, así como resguardar interna y externamente los locales de votación propiciando además el voto electrónico para aquellos votantes que se encuentren fuera del país, asegurando la comunicación y difusión respectiva de la información en forma oportuna, además de establecer los requisitos claros para postular al congreso.
Imprescindible entonces para reducir el riego que produce la inseguridad ciudadana es que las fuerzas del orden actúen desde ahora y que sean autorizadas a actuar con el máximo de rigurosidad, utilizando sus armas para evitar cualquier desmán que pueda entorpecer la buena marcha del país y proceso electoral que se viene.
¡Elecciones libres, no más terrorismo ni comunismo en el Perú!
(*) Teniente general FAP en retiro
