¡Nadie entiende! Así de simple, en nuestro país nadie quiere entender el término de “Conflicto Armado Interno” (CAI) y menos el actual Gobierno que preside la Señora Dina Boluarte, su Primer Ministro y los Ministros de Defensa e Interior, que se hacen a los de la vista gorda, es decir, están de acuerdo con lo propalado por la “Comisión de la Verdad y Reconciliación” que más bien debería ser “Comisión de la Mentira e irreconciliación”, ya que desde ese entonces se desconoce que fue una lucha armada la que hubo en nuestro país en las décadas del 80 y 90 entre nuestras FFAA y PNP y los grupos terroristas de Sendero Luminoso y el Movimiento Túpac Amaru. Estos eran grupos armados organizados, surgidos en nuestro país, que se enfrentaron al Perú como Estado Nación, reconocido mundialmente como estado libre y soberano, sembrando el caos y el terror por más de dos décadas en una guerra de muerte y de desgaste con la intención de tomar el poder por la vía de las armas.
Increíble, los mismos terroristas de otrora de clara tendencia Marxista, Leninista, Mariateguista, hoy son denominados como Movadef, Fenatep, Conare y hay también varias asociaciones y partidos políticos del mismo corte en el Perú, pero que en realidad son grupos pertenecientes al Comunismo del Siglo XXI, apoyados por el actual gobierno que quieren seguir manteniendo su status de ser considerados como grupos que luchan por sus derechos en un estado de calma y tranquilidad, lógicamente para ser protegidos por la Corte y Comisión de los Derechos Humanos, OEA, ONGs incluyendo la ONU con su agenda 2030, quienes como hemos visto, defienden las protestas violentas consideradas para ellos como derechos auténticos de la libertad y por el contrario, condenan la actuación de las fuerzas del orden que existen para proteger los derechos de la sociedad.
Al respecto, estas facciones comunistas del Perú, son verdaderamente Criminales Terroristas Organizados, más armados que las bandas criminales que han actuado en el Ecuador, los mismos que como ya sabemos, el Presidente Daniel Noboa los ha calificado como delincuentes terroristas y es por esta razón, que declaró también el Estado de Excepción y la existencia de un Conflicto Armado Interno (CAI) o Conflicto Armado no Internacional, porque de esta manera, las Fuerzas Armadas y Policía, se hacen cargo del enfrentamiento bajo las normas del Derecho de Guerra contra Grupos Armados organizados y no contra grupos civiles que reclaman al estado sus libertades y derechos que como ya es sabido, estos tienen la anuencia de muchos Organismos Internacionales y ONGs que defienden los derechos humanos de quienes enfrentan a las fuerzas del orden.
Así vemos ahora que las FFAA del Ecuador y su Policía Nacional, con esta figura legal y modalidad de Conflicto Armado Interno (CAI), tienen la facultad legal de hacer uso de sus armas letales si fuera necesario para neutralizar y/o destruir a las bandas criminales nacionales o extranjeras, cuyas acciones son consideradas como actos terroristas al causar daño y destrucción de los bienes públicos, privados, incluyendo los servicios esenciales, carreteras, instalaciones de prensa y peor aún, en el Perú, infringiendo todo tipo de daño a las entidades y actividades mineras que son el principal bastión del sostenimiento de nuestra economía que sigue en franco declive.
Entonces, bajo lo expuesto, ¡Nadie entiende!, ¿Por qué?, la Señora Presidente, Dina Boluarte, su Primer Ministro Alberto Otárola, sus ministros de Defensa e Interior y su gabinete en pleno no toman una decisión similar a la República hermana del Ecuador para que de una vez por todas se acabe con el problema más grave que viene afectando al Perú en el orden nacional e internacional y a su sociedad en pleno como es la inseguridad social interna, repercutiendo además en todos los sectores como son salud, educación, trabajo entre muchos otros rubros, empeorado ahora con la crisis judicial y la pobreza que va en aumento, además de la última reacción contra ella misma en la Región Ayacucho. Debemos extirpar sin miedo y desterrar definitivamente al terrorismo y la delincuencia, es la única forma de alcanzar la tranquilidad y la prosperidad que nuestra sociedad y país requiere. ¿Qué falta entonces? Solo el deseo real y coraje para honrar a nuestra patria y ciudadanos, tomando las decisiones y acciones correctas que necesita el Perú para lograr la paz que tanto reclama el pueblo peruano.
¡Comunismo y terrorismo nunca más en el Perú!
(*) Teniente general FAP en retiro