¿Qué problema tan confuso en realidad determinar quienes gobiernan al Perú? Por un lado está la presidente y todo el ejecutivo nombrado oficialmente, además de las autoridades y entidades autónomas elegidas por diferentes estamentos (Pueblo, Juntas, Jurados etc.) y que son los que verdaderamente deberían de gobernar a cabalidad haciendo uso de la constitución y las leyes establecidas; y por otro lado están una serie de siniestros personajes que han convertido la justicia en política y han hecho que el crimen organizado y la corrupción capturen las instituciones del estado, las mismas que hoy promueven el caos y la vacancia presidencial para capturar el poder y llevar al país a unas elecciones que traería más desorden y quizás la desaparición de lo poco de democracia que nos queda.
Y es que hay intereses nacionales y extranjeros promovidos por personas que utilizan algunos Organismos Internacionales, ONGs y presidentes de turno izquierdistas en la región que pareciera que a toda costa quieren implantar el Comunismo del Siglo XXI de todas maneras también en el Perú. Sino cómo se explica tanto poder en algunos jueces y fiscales que ahora asumen funciones que se asemejan más a los gobernantes y dejan de hacer lo suyo.
Cuál es el objetivo de que cada día haya más inseguridad ciudadana, dejando que las bandas criminales nacionales y extranjeras, el narcoterrorismo, la minería y tala ilegal sigan actuando impunemente en todo el país.
Por el contrario, una serie de personas vinculadas a la política están siendo investigadas, denunciadas y hasta encarceladas, producto de allanamientos, algunos injustificados, no por casualidad, sino porque se nota a leguas que están direccionadas y hay una guerra interna para dominar la Fiscalía de la Nación y desestabilizar el sistema judicial y por ende al estado peruano.
Si la justicia es igual para todos, ¿Por qué no hacen lo mismo con el IDL e investigan a Gustavo Gorriti, las presunciones que hay sobre él y sus teléfonos?
Ante tan crítica situación, nadie se explica por qué quieren que Dina Boluarte renuncie o forzar su vacancia a como dé lugar y así adelantar elecciones sin que el Congreso haya modificado todo el proceso electoral, además que es imprescindible enjuiciar a Salas Arenas ya que hay suficientes elementos de juicios con lo permitido en la anterior elección, indicios con pruebas de fraude, además de sacarlo junto a todo su equipo del Jurado Nacional de Elecciones, reestructurar la RENIEC y la ONPE y no permitir el retorno de Piero Corvetto a su Jefatura, o la Izquierda y los caviares asegurarán el fraude de las próximas elecciones con casi cuarenta partidos en contienda y por ende la desaparición de un congreso incongruente que ahora mismo ya no es el primer poder del estado, pues pareciera que es el Poder Judicial.
O estamos esperando la desestabilización de la economía, la destrucción de la sociedad, de la Fe religiosa y de la familia peruana con la adopción de la agenda 2030 a iniciativa e interés de George Soros. Lo sucedido en Guatemala es más que una advertencia para el Perú. ¡Estamos advertidos!
Teniente general FAP en retiro