Por César Gallo Lale
¡Es Increíble! Pese a que la prensa seria, a través de los medios de comunicación existentes, ha venido anunciando al gobierno desde tiempo atrás una serie de aspectos que poco a poco se han ido agravando, a pesar de haber tenido varias recomendaciones pertinentes que hubieran podido dar resultados muy favorables para dar solución y controlar el actual estado de crisis que vive el país, el ejecutivo no tomó oportunamente las acciones correspondientes para neutralizarlos.
Y es que ¡tarde como siempre la acción del gobierno! Ahora ya se desbordó la inseguridad ciudadana y al gobierno no le ha quedado otra cosa que declarar en Estado de Emergencia a los distritos de San Juan de Lurigancho y San Martin de Porres en Lima y a la Provincia de Sullana en la Región Piura. Quizás la situación más grave le corresponde a San Juan de Lurigancho, con más de 1’200,000 habitantes y un total de 81 fallecidos a la fecha desde que se pidió al gobierno y al ministerio del interior que se tomen las acciones correspondientes cuando ya habían 30 fallecidos producto de la criminalidad avanzada (extorsión, estafa, asesinatos al paso, cogoteo, sicariato, robo en sus distintas modalidades) a la que ahora se ha sumado el terrorismo, vía atentados con granadas y explosivos que incluyen discotecas y hasta ataques a instalaciones policiales, etc.
Lo que está sucediendo es muy grave, esto ya es Terrorismo Urbano y puede traer como consecuencia acciones del narcotráfico más contundentes en las regiones donde proliferan su accionar, abriendo un frente armónico más amplio que traerá mayores problemas y ni hablar si se suma a estas nuevas tácticas, el problema del frente externo en el sur. Y es que, a un lógico entender, esta sería la nueva estrategia del Comunismo Internacional del Siglo XXI y toda su organización en el mundo y en la Región contra el Perú para desestabilizar al gobierno actual. Tomar el poder, convocar a una asamblea constituyente, cambiar la constitución, destruir nuestra débil democracia y hacer que nuestro país adopte el sistema comunista para estar acorde con la mayoría de los gobiernos en Sud América.
La situación se agrava, si adicionamos el aumento de la pobreza en forma progresiva que en la actualidad ya llega al 30% y la inflación que estadísticamente alcanzó hasta agosto del presente año un 5.88% con proyección al alza. Tendremos entonces a futuro una población con alta inseguridad ciudadana, cada vez más pobre y con una canasta familiar que incrementa su costo cada día más, propiciando la desnutrición de la población y terrible anemia infantil, situación que agravará aún más la atracción de la inversión nacional (privada y pública) y extranjera para proyectar una economía sostenida en el tiempo que afectará la pequeña y mediana empresa que son las fuentes básicas de trabajo de las clases más necesitadas.
Así que Señora Presidente, no se trata de solo declarar el Estado de Emergencia y la participación de las FFAA desde Nueva York a las zonas ya descritas (Dos distritos en Lima y una Provincia en la Región Piura). Por la coyuntura explicada y la escalada que se puede dar, debe entenderse que ¡El Perú está en Guerra! en una modalidad nunca antes vista, donde hay injerencia de algunos organismos internacionales y de algunos presidentes conocidos y ya declarados en flagrante apoyo al comunismo internacional (ONU, OEA CDIH, ONGs y otros).
Ya el enemigo extranjero está infiltrado legal e ilegalmente en nuestra sociedad y organizado en bandas criminales, aunados a nuestros connacionales, más el narcoterrorismo existente y las pretensiones ya comprobadas de la República de Bolivia, cuyo sustento económico no le da para garantizar y proyectar su supervivencia como Estado Nación, por lo que busca urgente como revertir su escenario.
Entonces las Fuerzas Armadas no pueden emplearse solo como medio de disuasión, ya esa táctica falló en las asoladas anteriores y el enemigo lo sabe, por el contrario, han subido la moral del adversario y minimizado nuestro accionar, por eso es que el país ha llegado a esta situación de desborde en todo sentido. Por esas razones, ahora la acción de las FFAA y PNP tienen que ser contundentes y drásticas ante cualquier crimen o atentado donde enemigo que use armas caseras, normales o de guerra agrediendo a nuestra sociedad civil y peor contra nuestras fuerzas del orden, sea castigado o capturado como se merece y se le aplique todo el peso de la ley. Claro está, esto aunado a un decisivo soporte ¡Político y Jurídico! que dé pleno respaldo al accionar conjunto de nuestras fuerzas involucradas.
Señora Presidente Dina Boluarte, de una vez por todas, como Jefe Supremo de las FFAA y PNP tome la decisión de aplicar el Plan de Defensa Interna del Territorio (DIT), el mismo que lógicamente por razones obvias no se puede divulgar para no perder el efecto sorpresa. De igual forma exija los resultados del Poder Combativo Relativo (PCR) establecido frente a la Hipótesis de Guerra existente en caso del frente externo y asigne los medios económicos necesarios para garantizar la aplicación de ambos planes ya que es su deber de acuerdo a la constitución.
¡Demora para enfrentar el terrorismo, nunca más!
(*) Teniente general FAP en retiro