El acuerdo de subir el techo de la deuda generó muchas protestas. Una idea para muchos descabellada y así evitar que el gobierno federal entre en cesación de pagos por la tozudez de los republicanos, era la emisión de una moneda de platino de US$1 billón para salvar al país de la bancarrota.
Hay una ley de 1997, que autoriza al Secretario del Tesoro de EE.UU. a acuñar monedas de platino de cualquier denominación y por cualquier razón.
La BBC News se ha ocupado del tema. Se señala que los defensores del platino dicen que esta emisión haría aumentar el techo de la deuda, para financiar los gastos del gobierno estadounidense y evitar la bancarrota.
La Secretaria del Tesoro, Yanet Yellen, descartó de plano la idea, máxime que ello jamás se había pensado como una opción para la deuda. Su objetivo era poder fabricar monedas para ediciones especiales que pudieran comprar los coleccionistas.
Pero ¿y si decidieran fabricar la moneda del billón de dólares?» Simplemente tendrían que escribir US$ billón en la moneda y enviarla a la Reserva Federal».
Ello lo señaló Philip Diehl, exdirector de la Casa de la Moneda de los EEUU, al programa marketplace de la radio pública NPR. Ni siquiera necesitaría tener inscritos todos los ceros para llegar al valer de 1 billón.
Bastaría con que las palabras señalaran esa denominación. Y esta moneda tendría que ser de platino, enfatiza la BBC News, por ser el único metal que la ley de moneda estadounidense permite que tenga un valor superior a los 50 dólares.
Paul krugman y Rohan Grey, profesor de derecho en la universidad de Willamette, en Oregón, fueron principales promotores de la idea, que se hizo viral.
En rigor, esta moneda entró al debate público en el 2011, en medio de la crisis del límite de la deuda que se dio durante el primer gobierno de Barack Obama. Hubo apoyo y allí estaba Paul Krugman y el propio Philip Diehl opinando a favor.
La idea, sin embargo, no prosperó, aunque cada vez que se desata el drama político y económico del límite de la deuda, como ocurre ahora, vuelve a resurgir y cada vez con más fuerza y adeptos.
En medio de la crisis actual, el gobierno de Joe Biden, no la considera una alternativa posible. En mi opinión es una artimaña, dijo la titular del departamento del tesoro, Janet Yellen. y no se aprobó, pero está allí en “stand by”
Es menester redundar entonces en que la autoridad del Secretario del Tesoro delos Estados Unidos para acuñar monedas de platino de cualquier denominación, establecida por una ley de 1997, nunca fue pensada como una solución para la deuda del país. Su propósito original era fabricar monedas para ediciones especiales destinadas a coleccionistas. Y, como hemos ya señalado, la moneda podría ser tan pequeña como una moneda común y corriente de un cuarto de dólar, simplemente con la inscripción de US$ 1 billón.
El origen de esta idea se remonta a un comentario en un blog sobre política monetaria no convencional en el año 2010.
Carlos Mucha, un abogado desconocido de Atlanta, fue quien propuso por primera vez la posibilidad de acuñar la moneda de platino para evitar la cesación de pagos del gobierno. El comentario, que parecía insignificante en ese momento, se hizo viral y llegó a los pasillos de la Casa Blanca y el Capitolio.
A medida que ganaba adeptos, algunos economistas de renombre, como Paul Krugman y Philip Diehl, expresaron su apoyo a la iniciativa en una carta que reunió más de 7.000 firmas.
Aunque la propuesta de la moneda de platino de us$1 billón ha generado debate y polémica, hasta el momento el gobierno de Estados Unidos ha descartado seriamente su implementación.
A pesar de ello la posibilidad de recurrir a esta medida extrema ha capturado la atención de la opinión pública. Quién sabe si se llegará a aplicar.