Los economistas clásicos como Smith y Ricardo, y los que vinieron luego, no usaban gráficos y cuadros, para probar sus asertos. Eran un poco más filósofos. Gran parte del trabajo de ello empieza en tiempos de Keynes hasta Friedman, cuando se quiere cuantificar una serie de hechos y teorías, ligados con el bienestar y crecimiento.
Es importante por ello el trabajo de las cuentas nacionales efectuado por Simon Kuznets, luego del crack del 29, que deviene en lo que son los indicadores de la macroeconomía, que en algunos casos son generalizados y en otros sufren de críticas acérrimas.
Pero la verdad es que ello sirvió sobre manera en la economía de la 2da guerra, para toda la producción de equipo y armas y soporte para la misma y lo que marcó Bretton Woods con la supremacía del dólar. Pero en el tiempo se incorporan escuelas monetarista, keynesiana, austriaca y la Teoría Monetaria Moderna (TMM), que sienten los impulsos que marcan los ciclos porque en ello están inmersos la geopolítica, la tecnología y los eventos y fenómenos que a veces explican mejor en la práctica aquello que es cuantificable.
El gráfico que adjunto a esta nota nos ayuda a comprender que el análisis económico se condiciona muchas veces.
El mismo expresa cómo se desenvuelve el mundo en las últimas décadas y vale la pena mirarlo sobre la base de un tratamiento per cápita.
Se muestra entonces el crecimiento del PBI per cápita desde 1990, ajustado por inflación y diferentes costos de vida, para los 10 países más poblados de la región.
Hay dos líderes claros… y luego todos los demás.
Se conoce, que el crecimiento de Corea del Sur y Japón se liga a los EEUU, con quienes comercia inmensamente, por una serie de motivos que son de conocimiento público.
Pero puede darse que el país crezca y la población no.
Y esta situación sólo puede continuar mientras la productividad por trabajador aumente lo suficientemente rápido como para compensar la disminución de la población.
El gráfico asimismo muestra a Japón y Corea del Sur, en ese rol, aunque ambos países tienen un crecimiento del PBI total mucho menor.
Y como se comprenderá, las expectativas, la confianza en el país y una serie de sucesos marcará este resultado, que dependerá asimismo de la política que sigan los países y de los fenómenos y eventos mundiales.