La columna de Wolf para el FT es muy interesante. (Ver: https://www.milenio.com/negocios/financial-times/el-exceso-de-ahorros-de-china-es-ahora-un-desafio).
China generó 28% del ahorro total, que es 33% del de EEUU y UE juntos. Si es que China fuera una economía de mercado abierta, sus mercados de capitales serían los más grandes del mundo.
Wolf acaba de visitar China y confirmó la aparente falta de voluntad del gobierno para realizar cambios decisivos en la estructura de los ingresos y el gasto. Lo que deja a la China, con una propensión general al ahorro extremadamente alta.
En rigor los ahorros de China son en gran parte una cuestión distributiva. Tal vez por eso son difíciles de reducir y por eso la tasa de ahorro se ha mantenido por encima del 40% del PBI.
Para que la demanda coincida con la oferta potencial en una economía de este tipo, la inversión interna, más el superávit en cuenta corriente, debe coincidir con el ahorro deseado. Sino habrá un “estancamiento secular».
Wolf señala que es inverosímil que la tasa de inversión económicamente rentable pueda mantenerse por encima del 40% del PIB en una economía cuya tasa potencial de crecimiento se ha reducido, como mínimo, a la mitad en los últimos 15 años. El boom inmobiliario enmascaró esta realidad.
Si la tasa de ahorro se mantiene dónde está y la tasa de inversión cae debidamente, la «solución» será entonces un aumento del superávit por cuenta corriente a medida que los ahorros fluyan hacia el exterior.
Desde el 2007, cuando el superávit en cuenta corriente de China alcanzó un máximo del 10% del PBI, su participación en la economía mundial ha aumentado del 6% al 17%.Por lo tanto, desde el punto de vista del resto del mundo, un superávit chino del 4% del PIB es mucho mayor que uno del 10% en 2007.
¿Quién, en particular, los dirigirá cuando el aumento concomitante de las exportaciones sea impulsado por la inversión en manufacturas competitivas, como los vehículos eléctricos?
Si China quiere la solución mercantilista al exceso de ahorro, tendrá que financiar a los países emergentes y en desarrollo más pequeños.
Puede fingir que se trata de préstamos. pero gran parte del dinero serán subvenciones, después de los hechos.
Si termina financiando energía renovable allí, eso podría ser bueno para el mundo.
Pero, desde la perspectiva de China, sería un regalo costoso.
Wolf señala que una solución es la expansión de la inversión en energías renovables.
Y, que por su tamaño y ese ahorro excesivo debe de haber un salto al consumo como una nueva estrategia macroeconómica.
No se trata de otro «estímulo».
Se trata de cambiar la distribución del ingreso y el gasto.
La dirigencia no quiere hacer esto.
Pero los acontecimientos le forzarán al final.
Es sin duda este gigante dragón, algo que tiene preocupado a sus socios y a sus adversarios, cuando no al partido comunista.