La palabra cliché deviene del idioma francés. Cuando se refiere a una frase, sugiere una expresión, acción o idea usada cotidianamente y en exceso, hasta que cansa, pierde fuerza. Hay muchas de ellas y con referencias a ideas propias o traídas de otros idiomas.
Una que se suelta a cada momento en los noticieros de televisión limeños, es cuando no se sabe mucho del móvil de un crimen y entonces se señala sin tapujo alguno: “esto es debido a un ajuste de cuentas”.
Más vacía no puede ser esta frase de cliché. Pero hay una que es controversial y muy antigua y se le da su autoría al sabio naturista Antonio Raimondi. Eso que: “el Perú es un mendigo sentado en una banca de oro”.
Sin embargo, hay quienes señalan que eso no es cierto para nada. Y un ensayo sumamente interesante y recomendable, es el elaborado por Giovanni Bonfligio, sociólogo e investigador especializado en inmigración europea, quien hizo este trabajo en Lima en el año 2,009 y que tituló: “El Paradigma del Mendigo”.
Bonfligio señala que se le atribuye en parte a los conquistadores españoles ,el tema, quienes deslumbrados por la visión de “El Dorado”, difundieron esa expresión de supuesta riqueza del Perú en Europa y la magnificaron como un mecanismo de auto justificación de la conquista o de acicatear a sus huestes; como se puede convalidar en la célebre exhortación hecha por Francisco Pizarro en la Isla del Gallo.
Y es así, señalan muchos autores, que la imagen del Perú como un territorio atiborrado de enormes riquezas, ha sido una característica que perduró por muchos lustros y que generó frases famosas como aquella de “Vale un Perú”.
Pero hay demasiados historiadores que han coincidido que la sociedad peruana se encontraba en una situación de pobreza desde fines del siglo XVIII; como consecuencia de la creación del Virreinato de la Plata, que perjudicó sin lugar a dudas el control comercial que hasta entonces tenía el Virreinato del Perú. La economía nacional estuvo asociada a las rentas generadas por los recursos naturales, como fueron la tierra, el guano y el salitre.
Es entonces con la crisis en lo que se da en llamar “La República Aristocrática” y la irrupción de las masas en la vida política del país en la década de 1930, mas el consiguiente proceso de migraciones internas, que una propuesta como la nativista, se transforma paulatinamente en un indigenismo; es decir un nacionalismo étnico y al influjo de sucesivos gobiernos militares y con un trasfondo de emergencia de sectores populares andinos.
Es en ese contexto que la frase atribuida falsamente a Raimondi, aparece en ese contexto, pues la misma no estuvo presente en el siglo XIX. Es entonces que la frase se consolida con fuerza en la mitad del siglo XX y por mucho tiempo nadie se percata que era una frase fabricada por el inconsciente colectivo , lo que dura hasta inicios del siglo XXI .En realidad es Salazar Bondy en el año 1966, quien pone la alerta en su ensayo “La cultura de la dependencia” , donde menciona una serie de mitos que en la cultura peruana se han magnificado en el sentido de la existencia de recursos naturales cuantiosos ; no advirtiendo que la geografía es una muy áspera y difícil.
Expone entonces el Dr. Bonfligio , que la explicación común se ciñe a tres elementos. Los pasivos ambientales; la ideología de activistas y la falta de información y diálogo que se puede señalar que se relaciona con la reglamentación demorada y la falta de entendimiento de lo que es y a quién beneficia la denominada “Consulta Previa”, aprobada en el gobierno de Humala. El desarrollo de cada uno de estos elementos es copioso y sumamente confuso.
Tal es así que hay una especie de paradoja, dado que ahora que la tecnología reduce los pasivos ambientales y hay reglamentación de parte de los gobiernos, las protestas son mayores a lo que eran antaño, en que la minería acortaba y malograba de hecho la vida de las poblaciones en el ambiente del proyecto, las aledañas y la de los propios trabajadores. Tampoco es que los anti mineros sean tan importantes.
Y, en cuanto al diálogo, tampoco explica los conflictos del todo, pues las unidades de prevención de ellos, se han ampliado en las unidades de producción minera y petrolera. La estadística sugiere que en el año 2,008 había 132 conflictos listados por la Defensoría del Pueblo.
Antonio Raimondi fue un naturista que exploro el territorio peruano en la segunda mitad del siglo XIX. Bonfligio señala que ya en el año 2,004 se comprobó que la frase atribuida a él, no era cierta. Y tampoco se sabe quién la dijo.
La falacia estriba en la calidad de sabio de la que gozaba Raimondi, por lo que la venta y el origen de la frase a él, fue plausible.
Y se me acabó el espacio, pero si quieren analizar la dicotomía y la complejidad del tema, pueden ver el artículo completo en el siguiente link: https://lamula.pe/2016/01/30/frases-de-cliche/lucuma