Leo un post y la verdad, es que es muy difícil que me emocione, pero en este caso si me pasa ello, pues un post que leo con cierta avidez, me señala que un agrónomo, Iván Jáuregui, en una granja que supervisa, a unos 100 kilómetros al norte de Lima, los trabajadores están retorciendo suavemente la fruta de sus arbustos. Y que el personal de una planta empacadora de nueva construcción carga las mejores bayas en contenedores de envío refrigerados y luego las envía al puerto del Callao.
Dice este caballero una vez exprimió 35 toneladas de arándanos de una sola hectárea de tierra y que espera superar ese récord. “Cada año tenemos que crecer y mejorar”, afirma.
Y es que aún recuerdo a PPK, cuando teníamos esperanzas en él que, en su viaje invitado por el gobierno de China como presidente, entre otras cosas, decía que los chinos estaban interesados en los arándanos, una especie de berries. En ello si estaba correcto don PPK pues se contagió de la fiebre del arándano hace poco más de una década.
He escuchado y leído arias historias del porque se empezó a plantar en la costa peruanaaradanos de cero. Según Fernando Cilloniz en una entrevista señaló que tenemos como 1 millón de hectáreas en nuestra Costa para frutas y hortalizas y que con el 25% en una década andamos por los US$11,000 millones de exportación. Esto pues la lluvia no nos afecta por la Cordillera de los Andes que nos protege y el agua viene de ríos de la sierra.
La nota tan interesante y positiva (por fin algo bueno en Perú) es que los agricultores se dieron cuenta de que sus homólogos en Chile estaban ganando mucho dinero vendiendo la fruta fuera de temporada en Estados Unidos, cuando los precios son altos y la chuntaron pues. EEUU y Canadá no podían hacerlo todo el año y Perú sí.
Parece de locura pero el post señala y les creo, que en el 2013, los peruanos ganaron alrededor de 17 millones de dólares exportando arándanos; el año pasado los ingresos habían ascendido a 1.700 millones de dólares.
En 2019, Perú se convirtió en el mayor exportador mundial de arándanos frescos.
Actualmente envía al extranjero más del doble de bayas que sus competidores más cercanos.
El país debe gran parte de su éxito a nuevos tipos de arándanos. Es realmente impresionante.
Y lo importante es que se señala que la fruta sólo ha crecido bien en lugares con inviernos fríos.
Y la revolución azul del Perú se basa en nuevas variedades de “bajo requerimiento de frío”, desarrolladas en Estados Unidos, que prosperan en la costa peruana.
Y que en el 2022, el rendimiento de una finca típica de arándanos peruanos fue casi el doble del promedio mundial, el que se estima en nueve toneladas por hectárea.
Es sin duda el arándano el de mayores ventajas competitivas, aunque algunos amigos me dicen que va a haber competencia con otras frutas. Enhorabuena. El caso es que se dice que:” Si su empresa todavía cultiva aguacates y espárragos, es en parte porque no quiere colocar todas sus bayas en una sola canasta”. El caso es que las preferencias y el gusto por los arándanos está aumentando en todo el mundo, amén de que es OK para el organismo humano por sus características.
Pero ojo, pare, cruce y el tren. Hay como siempre riesgos a sopesar. Se señala que. el año pasado, las condiciones climáticas extremas le robaron una gran parte a la producción peruana. Menos mal que los sus ingresos por exportaciones siguieron aumentando, porque los precios mundiales se dispararon.
Por ello se señala, que se ha acelerado los esfuerzos para identificar y difundir variedades que puedan hacer frente al cambio climático.
El otro lio lo advierte Cilloniz en la entrevista que leí´ en el Blog El Montonero y es que los políticos quieren meterle la mano a lo laboral como si esto fuera el sector público y eso no es conveniente por sus mismas características. El otro problema es que se tiene que poner coto definitivo a que las protestas sean con cierre de carreteras, pues eso hace que la fruta al tener ese problema de no poder llegar a puertos se pudra, lo que es inadmisible y va contra la ley.
Por lo demás, es probable que Dios no sea peruano, pero vaya que parece que si podemos alejar a tanto demonio comunista que cree que no podemos despegar con la economía y ser competitivos. A estos ya hay que pararles algo más que la mano ¿no?
