La foto que adjuntamos, ampliamente difundida en los medios, lo dice todo. Una visita absurda y terrible de la presidente, que sin duda no midió los efectos que pueden tener sus ímpetus viajeros y falta de asesoramiento y criterio.
Por lo menos debió mover con el Papa argentino la necesidad que tenemos de revisar el Concordato que se firmó sin VB constitucional en época militar y que le da privilegios tributarios y ciertos adicionales a la Iglesia Católica en el Perú.
Yo indague sobre el tema hace años y por supuesto que en el lado de los que defienden ese concordato, el argumento era una compensación de la ayuda de la Iglesia al Perú en antaño. Este gobierno y anteriores no tocan el tema.
El caso es que hubo recientemente una noticia de España, que casi pasó desapercibida, probablemente por el tema de la amnistía y reelección de Sánchez. Se dijo que la iglesia pagará lo mismo que las entidades sin ánimo de lucro cada vez que realice una construcción que requiera una licencia municipal, aunque seguirá exenta de pagar el IBI, el Impuesto de Sucesiones y el Impuesto de Sociedades, según acordó el Estado con la Santa Sede en 1979. Es decir se elimina una parte de las exenciones de impuestos. Cosas así suceden de vez en cuando pero con cosas de menor cuantía, no significativos.
En rigor, siempre he discrepado de las exenciones tributarias y los subsidios los considero sólo directos y con específica evaluación y el asistencialismo nunca ad infinitum.
En un país como el nuestro con tanta escasez, todo el que reclama tiene sus verdades y posiblemente razón en pedir que el Estado le dé exenciones.
Pero hay algo que debe quedar claro. El Perú está falto de infraestructura de todo tipo. Baste ver nomás el tema de la salud y educación. Y ello pese a la supuesta bonanza que se tuvo con la era de los inmensos precios de los metales, que de un cobre de 60 centavos se pasó a uno de casi 4 dólares la libra , aunque con menor producción que la actual y en esa época la resistencia a un «Impuesto a las sobreganancias» fue tremendo. La historia se reiteró con los comodities al alza, pero eso ayudó al tema deficitario que nos endilgó la pandemia.
En lo que atañe a impuestos, ello es un quilombo de padre y señor mío. Hay cientos de exonerados. Desde los curas con su bendito Concordaro firmado en 1980, los clubes de Playa, las universidades, el drawback, los agroindustriales; esos que le meten cabeza a los bancos, los “turísticos”, colegios y un montón más que están agrupados como Organizaciones sin fines de lucro.
Y en el colmo de los colmillos, nadie parece darse cuenta que hay un relajo gubernamental a las elusiones y evasiones. En el fallido gobierno de Kuczynski, ni siquiera pudo traer sino un poco más de S/ 1,100 millones de capitales del exterior en el año 2017, una vergüenza en su blanqueo.
Pero el tema hoy es la Iglesia. Los curas no pagan impuestos y algunos reciben sueldos presupuestales. Hay un Convenio Inter Apostolican Cam Sedem Et Peruviam Rempublicam que trae mucha cola firmado por el gobierno militar en el año 1980.
La carga tributaria que recauda Sunat está ligada en casi un 80% al IGV (impuesto regresivo) y a la renta (que es progresivo; el que pagan más los ricos), por lo que los otros tributos como son el ITF, casinos y Juegos y el RUS, entre otros, no son representativos.
Por eso nos endeudamos año a año con soberanos y lo de la pandemia fue terrible pues además nos tiramos hasta los ahorros del FEF. El ingreso récord del gobierno por S/ 136,000 fue por alza enorme del cobre y la post pandemia, pero este año se viene reduciendo y no alcanza para el presupuesto que se ha proyectado en su PIA 2024 en S/ 241,000 millones.
En exenciones la Iglesia Católica, con su concordato, tiene privilegios que no se enmiendan para que al menos paguen algo. Sin embargo esta se la lleva toda y hasta cobran los ágapes matrimoniales . Y claro los evangelistas protestan, pues quieren también privilegios similares.
Escribí hace años en mi blog Finanzas y Otros varios artículos sobre esto, empezando por uno que titulaba que solo faltaba pagarle a los monaguillos, y está colgado en la red, así como estos dos:
https://otrosyfinanzas.lamula.pe/2016/06/23/toda-iglesia-debede-
bailar-con-su-panuelo/lucuma/
https://otrosyfinanzas.lamula.pe/2018/01/07/iglesia-debe-dar-elejemplo-
y-recortar-su-concordato
Además lo señalé en programas de la TV y gente de la Iglesia puso el grito en el cielo y me dieron la misma explicación que el famoso Monseñor Cipriani en RPP había hecho. Ello era que porque el Perú le debía ingentes cantidades a la Iglesia desde que ella había ayudado en la Guerra con Chile y una retahíla de cosas. Al final del día y ya tomando café con un amigo que estaba del lado católico tomé nota esto de eliminar el Concordato y es complicado porque es un Tratado y, claro, no son dineros inmensos, sino que para mí no debe haber privilegio tributario alguno, sino subsidios temporales de darse el caso.
Señalé entonces que debe de haber un exhaustivo análisis de las exoneraciones que son un montón, empezando por las de los colegios, universidades, selvas, IGV y un enorme etcétera. Cosa en que varios de los analistas coincidimos. Pero esto jamás se toca y, todo lo contrario, las exoneraciones crecen irresponsablemente.
Tiene que haber una decisión política de eliminar casi todos los privilegios ciegos. Son dañinos para los pobres de hoy y las generaciones del futuro. Esto es la base de una reingeniería de la Política Fiscal necesaria sin duda, mas aún en la coyuntura actual y ligarla con la Monetaria a fin de lograr que el trabajo formal suba y el informal baje en la medida de lo posible.