Al decir de Investing.com, el euro ha perdido posiciones respecto a la divisa estadounidense durante todo el ejercicio 2024, ya que empezó el año alrededor de los 1,12 dólares.
Ante la debilidad de la economía europea y la mayor pujanza de la estadounidense, lo que podría llevar al Banco Central Europeo (BCE) a recortar los tipos de interés más que la Reserva Federal de EE. UU., el Euro se ha cotizado a 1.024 unidades.
El BCE había acometido en septiembre la segunda rebaja de tipos del año, a la que se sumó una tercera en octubre.
Previamente, Francia había adelantado elecciones y el Gobierno alemán ya daba síntomas de inestabilidad.
Después de una cierta recuperación a principios de noviembre, el euro volvió a retroceder frente al dólar tras la victoria electoral de Donal Trump, que fortaleció a la moneda estadounidense.
Según los analistas, la política económica planteada por Trump puede reactivar el crecimiento en EE.UU. pero también avivar la inflación, lo que limitaría el margen de maniobra de la Fed para bajar tipos.
En las mismas fechas, el canciller alemán, Olaf Scholz, destituyó a su ministro de Finanzas, del Partido Liberal, lo que dinamitó la coalición de gobierno.
El primer ministro francés, Michel Barnier, perdió el cargo en una moción de censura.
En este contexto político, la tendencia del euro ha sido declinante.
Jesús Sáez, de Natixis (NYSE:99V33V1Z3=MSIL), considera «normal» la posición del euro frente al dólar porque los mercados confían menos en el crecimiento de la economía europea y porque EEUU y Europa divergen en «muchos aspectos», entre ellos en la previsible política monetaria.
«El mercado espera hasta cinco recortes en 2025 por parte del BCE mientras que, para la Fed, no más de uno o dos», explica.
Según los analistas de Banca March, el dólar ha vivido su mejor año frente al euro desde 2021 «gracias a la mejor evolución económica de EE.UU. y al atractivo diferencial de sus tipos de interés».
Mientras en Europa «podríamos ver una situación de recesión durante este año, con enfriamiento del mercado laboral y con una inflación que, de momento, se mantiene sostenida», en EE.UU. la economía crece cerca del 3 % y los datos de empleo son «sólidos».
«Esto conlleva diferentes políticas monetarias entre los bancos centrales.
La atonía de la economía europea «está provocando que el tipo de cambio llegue poco a poco a la paridad y que incluso pueda bajar de ella a lo largo de 2025», explica.
La devaluación del euro frente al dólar, moneda en la que se pagan las materias primas, podría llevar a la zona del euro a importar inflación, lo que dificultaría la bajada de los tipos de interés.
En sentido contrario, un euro débil facilitaría las exportaciones, lo que podría beneficiar a economías como la alemana.
Algunos analistas confían en que el futuro gobierno germano eleve la inversión pública, aun a costa de incurrir en déficit, para estimular el crecimiento. Hasta el rígido Bundesbank, parece que está de acuerdo. La verdad es que la Europa anda incierta y en un verdadero cambalache financiero.