The Economist dice que el Oráculo de Obama, Warren Buffett, dueño y señor de Berkshire Hathaway por 60 años, tiene seguidores como cancha que confían en él.
El pasado 3 de agosto anunció que Berkshire había reducido su participación en Apple casi a la mitad, a US$ 84.000 millones.
Su cash money pasó de tenencias de efectivo y letras del Tesoro a un aumento de US$ 189.000 millones en el primer trimestre del año a US$ 277.000 millones a finales de junio.
El telón de fondo del anuncio era sombrío, porque había datos no halagüeños sobre el empleo.
Warren con decenas de miles de inversores que acuden a la junta de accionistas de Berkshire Hathaway son más discípulos que seleccionadores de acciones. Y, algunos espectadores ven la acumulación de efectivo como un oscuro presagio.
Ello ya sucedió a mediados de la década de 2000, antes de la crisis financiera mundial, en que Warren acumuló cash para comprar cuando los balances de otros inversores se vieron afectados.
Pero el extraordinario talento de Buffett como inversor no se basa en la capacidad de ver el futuro. No exhibe habilidades sobrenaturales.
En el 2018 una investigación de AQR Capital Management, una firma de inversión cuantitativa, encontraron que el rendimiento superior a largo plazo de Buffett puede explicarse fácilmente.
Ha comprado acciones de alta calidad a precios relativamente baratos y ha aplicado el apalancamiento con criterio. Su estrategia es, en resumen, la clásica «inversión en valor», aunque una forma que se combina con la capacidad de endeudarse a bajo precio a través del negocio de seguros de Berkshire Hathaway.
Es una actuación más perspicaz que mágica, también lo es la razón de la acumulación de dinero de Buffett.
Y ha señalado en mayo pasado, que vende acciones y acumula reservas por dos razones. Que espera que los impuestos sobre las ganancias de capital aumenten, y quiere realizar sus ganancias antes de que eso suceda. La otra es que ve pocas empresas baratas y de alta calidad en las que invertir. El mercado de valores es caro en todos los ámbitos.
Las inversiones de Berkshire Hathaway en Japón son un ejemplo, tanto de los méritos como de los límites de la estrategia de Buffett. Las opciones de expansión, ya sea en el país o en el extranjero, siguen siendo escasas.
Y bromeó diciendo que cualquier empresa que contrate a un economista tiene un empleado de más, y dice que nunca ha tomado ninguna decisión de inversión basada en una predicción económica.
Las tenencias de efectivo de la compañía disminuyeron como proporción de sus activos totales en los trimestres posteriores al colapso de Lehman Brothers en el 2008.
La nueva pila de efectivo de Buffett es, sin duda, enorme.
Berkshire Hathaway podría, si quisiera, comprar McDonald’s o parte de META, más que lo que tiene Mark Zuckerberg, el jefe de la empresa.
Si los mercados entran en una recesión más pronunciada, Buffett estará en una posición envidiable.
Su creciente pila de “cash Money” no tiene ninguna explicación oculta.
¿Seguirá la racha de siempre?
Ver: https://www.economist.com/finance-and-economics/2024/08/08/why-warren-buffett-has-built-a-mighty-cash-mountain