Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) son áreas geográficas delimitadas dentro de un país, caracterizadas por reglas de negocios diferentes a las condiciones de inversión al resto de su territorio, las que se refieren a las condiciones de inversión, comercio internacional, aduanas, impuestos y regulaciones.
Esto implica incentivos para la creación de nuevas estructuras productivas para el mejoramiento de la competitividad del país. Actualemente el Perú tiene 8 ZEE y funcionan la mitad en Paita, Matarani, Ilo y Zofratacna.
El ex ministro de economía Castilla, ha relevado respecto a las ZEE recientemente, que si entra nueva inversión por el recién inaugurado Mega Puerto de Chancay, en su zona de influencia no se debe a un tema tributario, sino para aprovechar los beneficios de un puerto que reducirá significativamente sus costos logísticos de exportación.
Es por ello que, en lugar de exonerar de tributos, actualmente en S/ 20,000 millones año; es menester el priorizar inversiones que aseguren una correcta conectividad vial al puerto para el logro de beneficios. Para más Inri, el también ex ministro de economía Carlos Oliva, ha señalado que alrededor de 140 países han firmado un acuerdo internacional que garantiza que las grandes empresas multinacionales están sujetas a una tasa mínima del 15% de impuesto a la renta .
En este interesante y actual contexto ,el Profesor Jorge Baca nos advierte que el FMI, en julio de este año, señalo que la: “Diversificación económica en los países en desarrollo: lecciones de las experiencias de los países con políticas industriales y políticas de base amplia”, examina la importancia y el impacto de las políticas industriales (políticas verticales o sectoriales) y políticas de base amplia (políticas horizontales o generales) en la diversificación económica de las economías en desarrollo. Ello en base a la experiencia internacional sobre el proceso de diversificación productiva y en particular en los países que dependen de recursos no renovables como la minería y/o petróleo).
Las políticas públicas que son de plazo diferente, señala Baca, muestran que la diversificación económica es fundamental para que las economías en desarrollo reduzcan su dependencia en sectores tradicionales como la agricultura y la minería, desarrollando una variedad de sectores y servicios de alta calidad, lo que es esencial para la industrialización, lo que promueve el crecimiento sostenible y mejora los niveles de vida.
La mayoría de los países emergentes han pasado de políticas de sustitución de importaciones a modelos orientados a la exportación a través de diversas medidas de liberalización del comercio, fuertes inversiones en educación, salud e infraestructura y el establecimiento de zonas francas o zonas económicas especiales.
Y aquí hay que prestarle atención a lo que ha revelado el FMI en su análisis y es que los países que optaron por las zonas francas, si bien consiguieron un aumento de sus exportaciones, han fracasado en su intento de diversificación productiva. Por el contrario, los países que optaron por el establecimiento de Zonas Económicas Especiales (ZEE) han logrado significativos avances no solo en sus exportaciones, pero también en su proceso de diversificación productiva.
Y es que las zonas francas giran alrededor de la eliminación de los impuestos a la renta, los aranceles a la importación de insumos y el IGV a las exportaciones, en la dedicación exclusiva a la exportación de sus productos y limitación geográfica de su ubicación es decir recintos cerrados.
Las ZEE se concentran en el logro de la diversificación productiva de la zona económica de influencia (que no está restringida a un lote de terreno) a través de la transmisión tecnológica e innovación de las empresas nacionales (joint ventures) y el destino de la producción de las ZEE no solo al mercado externo sino también al doméstico, en proporciones que dependen de la política de industrialización adoptada.
El régimen tributario de exoneraciones es temporal y juega un papel secundario y como ha señalado el ex ministro Oliva, se ha firmado el compromiso con más de 130 países para adoptar un impuesto a la renta mínimo de 15%, lo que significa, enfatiza el profesor Baca, que cualquier reducción de impuestos a la renta en una ZEE por debajo de 15% equivaldría a exportar impuestos, porque lo que no se cobra en la ZEE, se cobra en el lugar de origen de la empresa que opere en la ZEE.
Hay más en el post a lo que atender, pero Baca apunta a que la inauguración del Mega Puerto de Chancay (MPCH) y la membresía del Perú a la APEC brinda oportunidades únicas que no deben ser desperdiciadas. Los proyectos de ley sobre la creación de ZEE, que actualmente se discuten en el Congreso, se asemejan más a la reedición de modelos de zonas francas que han fracasado en el país y que solo alientan el mercantilismo.
Es por ello que apunta decir que el MPCH es una pieza fundamental en la infraestructura que se requiere para la diversificación, por su posición estratégica, al abaratar significativamente los costos y tiempos de transporte, tanto de los insumos importados como de nuestras exportaciones.
Y se requiere garantizar la provisión de energía, gas, y agua y sobre todo, de infraestructura de transporte, que facilite su conexión no solo con el resto del país sino con Sudamérica; amén la provisión de mano de obra calificada para las empresas que se establezcan en las ZEE.
El profesor Baca releva que el establecimiento de ZEE debe contemplar la creación de “clústeres” tecnológicos asociados a las actividades económicas que se establezcan en ellas. Así por ejemplo la producción de vehículos de transporte eléctrico orientado no solo al mercado de exportación sino también al mercado doméstico. Alrededor de esta actividad se puede crear un clúster de producción de baterías con tecnología avanzada, que utilicen nuestra producción de minerales. Asimismo, la producción de autopartes asociados a la producción de vehículos eléctricos pueden ser parte de este clúster.
Es menester refiere, la obligatoriedad de que sean empresas conjuntas (Joint ventures) con capital peruano, lo que no solo permitiría al capital doméstico participar de las ganancias de esta diversificación productiva, sino que, además, se generarían empleos productivos y se establecería un medio de transmisión del conocimiento de las empresas extranjeras, haciendo posible la futura generación de tecnología nacional, como ha sido la experiencia china, que en pocos años ha pasado a dominar el mercado mundial.
Ver: https://prediceperu.com/2024/11/23/linterna-de-popa-469/