Luego del estropicio que se hiciera por la administración aprista, con una absurda hiperinflación y un uso y abuso de la emisión de dinero del Central, los ajustes de la música celestial que escuchara en Washington DC Michael Camdessus del FMI de parte del Fujimori electo presidente, acompañado de Soto y de Pérez de Cuellar, para hacer el “ shock” que tantas veces se había desechado, se logró liquidar la inflación aunque no al instante, porque no se optó por un “Overshooting” para el dólar, a un lapso, los números se tornaron en azules.
Por ello ya y luego de muchos años y con una nueva Constitución y ley Orgánica para el BCRP, Velarde fue puesto en el 2006 por un Alan García que tomo de nuevo la presidencia.
La crisis sub prime la pasamos relativamente bien y los precios de los commodities al alza ayudaron un montón. Velarde se llenó de gloria por diversos motivos y una revista externa, lo promocionó como uno de los mejores banqueros del mundo, a mi juicio de una manera exagerada.
Varios errores se le pasaron por alto, como el uso y abuso de US$ 10,000 millones de Reservas en el año 2013 por el tapering de la FED por su QE, lo que obligó al uso de “Swaps Cambiarios”, el temor de Velarde que triunfara Trump, el mal manejo del FEF que de US$ 9,100 millones Velarde dejó sin pelea, que se redujera a un miserable millón, cuando su homólogo chileno el FEES sí que la hizo OK, el jamás comprar una onza de oro, pese a que se le aconsejo de mil formas, el no usar oportunamente la tasa de referencia y asimismo proteger la usura legalizada de los bancos aceptando las mentiras de Asbanc de tasas de 800% y hasta 10,500% anual inexistentes; amén de que no se manejó adecuadamente las dos reactivas pandémicas, se soportó el cambiante escenario de las finanzas internacionales y encima se financió a las AFP con Repos y el Covid 19 se llevó al eficiente CEO Renzo Rossini que luego de un interinato se optó desde marzo del 2022 por un persona ajenas a las canteras del Instituto emisor, el señor Torres Llosa, que perteneció al Grupo BBVA y Cosapi.
En este contexto nos llamó por ello la atención, cuando el pasado 13 de junio el presidente del Banco Central brasileño desde el 2018, Roberto Oliveira Campos Neto, quien ya ha sido acusado de sabotear la economía brasileña con la tasa de interés real más alta del mundo, desató una gran polémica adicional.
El miércoles 25 de julio la Fed subió ¼ más la tasa de interés de referencia, pese a los problemas que se suscitan en el sector bancario.
En entrevista con BlackRock, gestora de billones de fondos, el presidente del Central Brasilero afirmó que estudia externalizar la gestión de los activos brasileños.
Actualmente, el Banco Central es responsable de administrar las reservas internacionales de Brasil, que ascienden a aproximadamente US$ 380 mil millones. Esto, por supuesto, ha puesto de vuelta y media al Presidente Lula y sus adláteres.
Campos Neto, en entrevista con Black Rock Brasil, ha señalado su disposición a tercerizar parte del total de sus activos, con el objetivo de ampliar diferentes clases de ellos en la cartera de la agencia.
Explicó que el Banco Central tenía un programa anterior de gestión tercerizada, pero no se ha retomado desde que finalizó porque sería más ventajoso para el organismo mantener algunas operaciones dentro de su propio sistema.
Pero entendemos que se podían hacer algunos programas de gestión tercerizados, y eso generaría una sinergia positiva porque el equipo operativo del Banco Central aprendería sobre activos, y el aprendizaje sobre activos es muy útil para el día a día del Banco Central”, dijo Y está presto a aprender, sobre la mayor cantidad de activos dentro de los criterios de la preservación del capital, la gobernanza y la sostenibilidad”, dijo.
Como ustedes comprenderán, esto nos da en parte la razón, en cuanto a la gestión financiera pare las Reservar efectuadas por Velarde que a pesar de su fama como uno de los mejores banqueros centrales, ha tenido, a nuestro juicio, algunas deficiencias que ya hemos mencionado.
Es entonces tiempo de un reciclaje a la luz de lo que ya avizora el Presidente del Central de Brasil que se está adelantando a los cambios que sin duda se vienen en la “Política Monetaria” y sin duda la fiscal que se amarra con la misma.