Martin Wolf, para el Financial Times, señala que 87 años es la esperanza de vida en el famoso libro: The Longevity Imperative, de Andrew Scott, de la London Business School.
Señala que una niña recién nacida en Japón tiene un 96% de posibilidades de llegar a los 60 años, mientras que las mujeres japonesas tienen una esperanza de vida de casi 88 años.
En rigor la esperanza de vida global es ahora de 76 años para las mujeres y 71 para los hombres.
En 1841, el 35 % de los niños varones morían antes de cumplir los 20 años en el Reino Unido y el 77 % no sobrevivía hasta los 70.
En 2020, estas cifras habían caído al 0,7% y al 21%, respectivamente.
La derrota en gran medida a las causas de muerte prematura, son los alimentos y agua más limpios, vacunación y antibióticos.
Han desaparecido la poliomielitis y la viruela. Pero, siempre hay un pero; los costos de una. sociedad que «envejece» crea desafíos, pero también oportunidades.
Hay que estar claro de no arrastrar a nuestra sociedad a una «vejez» improductiva e insalubre.
Salvo un desastre, habrá muchas más personas muy ancianas: en 1990, sólo había 95.000 mayores de 100 años en el mundo. Hoy hay más de medio millón.
Pero: ¿Disfrutarán de una vejez vigorosa o vivirán «sin ojos, sin dientes, sin todo e indefensos y sin esperanza?
Andrew Scott imagina cuatro escenarios en su libro: El de Struldbruggs de Jonathan Swift, inmortal pero envejecido, eternamente. Dorian Gray de Oscar Wilde, que vive joven y de repente muere viejo. Peter Pan, que es eternamente joven y el cuarto es Wolverine de Marvel Comics, que es capaz de regenerarse.
El primero es de terror. Pero la combinación de una mejor dieta, más ejercicio y avances médicos podría ofrecer otras posibilidades. Ello para manejar las dolencias de la vejez, a tratar de prevenirlas.
Pero las enormes desigualdades en materia de salud son un problema. «En Estados Unidos, la brecha en la esperanza de vida entre el 1% más rico y el 1% más pobre es de quince años para los hombres y de diez para las mujeres».
Un mundo de Struldbruggs o Peter Pans sería también horrible.
La inmortalidad no es para nosotros.
La idea de unos 25 años de educación, 35 años de trabajo y luego, digamos, 35 años de jubilación es imposible, tanto para los individuos como para la sociedad. Ciertamente es inasequible.
Y todo eso hará cambiar sin duda alguna, que en lugar de un período de educación, uno de trabajo y otro de jubilación, tendrá sentido que la gente mezcle los tres y esa es una forma de hacer que la longevidad sea asequible y, lo que es más importante, soportable.
El simple hecho de aumentar la edad de jubilación en general es ineficiente e inequitativo ya que la esperanza de vida está distribuida de manera muy desigual.
Los sistemas de salud también deben incorporar plenamente la salud pública, que será cada vez más importante a medida que la sociedad envejezca.
Paradójicamente: este es el fruto de un gran éxito.
Ver: https://www.ft.com/content/a8f33209-3507-4364-98be-61b3bb464fbb