Maccleof Finanzas es de los que creen que la tasa de referencia no se va a ajustar hacia abajo, como mucho si lo creen por los indicadores macro OK en los USA.
Ayer, las cifras del IPC de EE. UU. fueron un poco más altas de lo que el mercado había descontado. El oro que había estado subiendo espectacularmente a niveles de US$ 2,200 l onza troy y se ajustó algo, lo mismo que la plata.
Además, el rendimiento del bono UST a 10 años experimentó un pequeño rebote. Y el dólar también estuvo ascendente.
Hace muy poco, todos estaban esperando a que la Fed baje los tipos de interés y con ello se rescatara todo lo financiero.
Tiene mucho sentido para los keynesianos y otros que creen que hay problemas en la oferta, pero con un déficit presupuestario de EE. UU. que probablemente supere el 12% del PBI este año fiscal, se avecina una devaluación sustancial de la moneda.
Este es a juicio de este blog y no le falta razón, el origen de la inflación, que no ha terminado, aunque muchos se lo crean.
Significa que las tasas de interés deben permanecer nominalmente altas hasta que el gobierno de Estados Unidos ponga en orden su casa financiera, si es que alguna vez lo hace.
Otras naciones importantes impulsadas por el bienestar tienen el mismo problema.
Los Estados Unidos están agregando un billón de dólares a su deuda cada 100 días.
Eso tiene que ser financiado, así como una deuda que vence por US$ 7,5 billones este año.
Pero ¿quién va a cerrar estas operaciones?
Esta es una verdad incómoda. Cuando se demanda algo y no hay suficiente oferta, el precio sube.
Y, el Gobierno de EE.UU. se limita a convertir sus costes de intereses en nueva deuda y en gastos sin importar el coste, podemos estar seguros de que los tipos de interés a lo largo de la curva de tipos subirán en una perspectiva de un año, casi con toda seguridad de forma sustancial y mientras exista el dólar.
Por ello y bien claro que tiene el sesgo al metal oro, a este analista del post no le gusta para nada las monedas fiduciarias y está convencido que el precio del oro no está impulsado por una perspectiva de tasas de interés más fácil, como comúnmente afirman los ingenuos del mercado, sino por una creciente conciencia de que el gobierno de EE.UU. está en quiebra y eso se reflejará en la fe en el dólar, particularmente de las naciones asiáticas que se deshacen de la influencia de EE.UU.
Es por eso que el sistema financiero basado en el dólar ha sido sorprendido con los pantalones bajados, los mercados de capitales han sido limpiados de lingotes físicos por la demanda asiática y se han convertido en una cáscara vacía desprovista de credibilidad.
Por ello advierte que juega con los apostadores y perderás de vista el verdadero problema.
Hundirse con el dólar, o nadar con el oro. Veremos, la cosa está sumamente compleja.