En 1965, el cofundador de Intel, Gordon Moore, predijo que el número de transistores en un chip se duplicaría aproximadamente cada dos años, con un aumento mínimo en el costo. Esto se conoció como la Ley de Moore. Cuantos más transistores haya en un dispositivo, el costo por unidad se reduce mientras que el rendimiento por dispositivo aumenta.
La tasa de digitalización del mundo aumentó en los últimos dos años, provocada por la pandemia de COVID-19, y esta transición mejorada fue habilitada por la industria de semiconductores y su innovación.
Se afirma que: «La tecnología nunca ha sido más importante para la humanidad de lo que es ahora. Todo se está volviendo digital, con cuatro superpoderes clave». Los superpoderes, es decir computación omnipresente, infraestructura de nube al edge, conectividad e inteligencia artificial, las que están preparadas para trascender y transformar el mundo. En este momento no vemos el fin de la demanda de computación, y más computación continúa em-pujando a la industria a una mayor innovación. El mundo crea casi 270.000 petabytes (es decir, 27 x1019) de datos cada día.
Algo similar se aplica a la minería, aunque durante períodos más largos. El gráfico que adjunto es relevante. Y es que registra que, en la antigua Roma, se necesitaban 40 años-hombre de trabajo para desenterrar una tonelada de cobre. Eso se redujo a solo 6 años en 1800, y el gráfico muestra que esto se redujo a 21 días.
Ello es magnífico, porque el cobre es fundamental para producir y distribuir electricidad, cuya necesidad está creciendo debido a los chips de inteligencia artificial y los vehículos eléctricos que consumen mucha energía. Y sin duda también aquí en la región Chile y Perú tienen el privilegio de tener reservas abundantes del mismo.
El problema son los oponentes al sector, llenos de supina ignorancia e ideología y probablemente otros propósitos nefastos, que azuzan a los pobladores lugareños, por ejemplo, que las minas contaminaran y se “robaran” el agua de los campos agrícolas localizados cerca al proyecto. Eso sin aceptar el cambio tecnológico inmenso acaecido en cientos de años que ya resuelve los problemas con eficiencia.
Pero la ciencia avanza y se señala que es probable que la Inteligencia Artificial (IA) encuentre formas de acelerar la minería aún más rápido; es decir bajar esos 21 días.