El pasado lunes 18 de diciembre, Lloyd Austin, secretario de Defensa de Estados Unidos, anunció la formación de una misión naval en la que participarán diez países para proteger la navegación comercial en el Mar Rojo.
Esta noticia es muy impactante para la paz mundial. Y es que, a más de mil millas de Gaza, se está desarrollando una crisis naval que podría transformar la guerra entre Israel y Hamas en un asunto global con implicaciones para la economía y por ende la paz mundial.
The Economist señala que ya hay cuatro de las cinco compañías de transporte de contenedores más grandes del mundo, ma CGM, Hapag-Lloyd, Maersk y MSC, que han pausado o suspendido sus servicios en el Mar Rojo, hace un lapso y la ruta por la que debe pasar el tráfico del Canal de Suez, mientras los militantes hutíes respaldados por Irán, armados con armas sofisticadas, intensifican sus ataques contra los flujos marítimos globales. Esto parece una broma, un uso de la Inteligencia Artificial creado para dar Fake News, pero no es real.
Y los EEUU y sus aliados pueden atacar a los hutíes, con el fin de restablecer el libre paso.
Hay ya problemas, señala The Economist, en Bab al-Mandab, que es un estrecho entre África y la península arábiga a través del cual se estima que fluye normalmente el 12% del comercio mundial en volumen, y quizás el 30% del tráfico mundial de contenedores, pues es una zona prohibida a medida que los hutíes, con base en Yemen, atacan el transporte marítimo, aparentemente en apoyo de los palestinos en Gaza.
El 15 de diciembre, los hutíes amenazaron con atacar un barco, atacaron otro con un dron y lanzaron dos misiles balísticos contra el mv Palatium III, uno de los cuales impactó en el buque. El ataque contra el Palatium III fue el primer uso de un misil balístico antibuque.
El 16 de diciembre, un buque de guerra estadounidense, el USS Carney derribó 14 aviones no tripulados sobre el Mar Rojo, mientras que un buque británico, el HMS Diamond, destruyó otro.
El 16 de diciembre, CMA CGMm siguió, navieras importantes que pararon sus operaciones el día anterior. El propietario del Palatium III, dijo que sus barcos no utilizarían el Canal de Suez en ninguna dirección «hasta que el paso del Mar Rojo sea seguro», y que algunos buques serían desviados a través del Cabo de Buena Esperanza.
Estas cuatro empresas que pararon representan el 53% del comercio mundial de contenedores.
Hay entonces implicancias para la economía mundial y riesgos de una escalada militar en Oriente Medio.
Aunque Israel se verá menos afectado, ya que solo alrededor del 5% de su comercio pasará por Eilat, su puerto en el Mar Rojo, no es así para la economía mundial, un cierre prolongado de la ruta de Suez elevaría los costos del comercio, ya que el transporte marítimo se desvía alrededor de África, lo que llevaría más tiempo, y las primas de los seguros se dispararían.
Además, la crisis de seguridad del Mar Rojo amenaza el transporte marítimo en el cercano Mar Arábigo, a través del cual pasa quizás un tercio del suministro mundial de petróleo por mar, los costos económicos serían dramáticamente más altos.
Estos riesgos son la razón por la que Estados Unidos y sus aliados se inclinarán a actuar.
Pero la amenaza de los hutíes es desalentadora y compleja.
Durante años, Irán ha entrenado y armado al grupo en su exitosa insurgencia dentro de Yemen y en una guerra contra Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), los rivales regionales de la República Islámica.
La sofisticación de algunas de las armas involucradas es alta.
«Los hutíes tienen un gigantesco arsenal de misiles antibuque en este momento», dice Fabian Hinz, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), un grupo de expertos en Londres, incluidos aquellos con alcances de hasta 800 kilómetros.
The Economist recalca que los funcionarios occidentales no tienen claro si Irán está dirigiendo ataques individuales.
La inteligencia israelí aún no está convencida de que los últimos ataques hayan sido autorizados por el Cuerpo 6000, una unidad de la Fuerza Quds expedicionaria de Irán que trabaja con los hutíes en un centro de mando conjunto.
Sin embargo, se cree que el grupo recibe información de inteligencia sobre el transporte marítimo de los barcos de vigilancia de Irán en el Mar Rojo.
Hay más, pero se me acabó el espacio y aquí el link que vale la pena escudriñar, pues al margen de los propios y agobiantes y hasta monótonos problemas que vivimos en el Perú, este es uno inmenso y de proporciones súmamente preocupantes.
Aquí el link: https://www.economist.com/international/2023/12/16/a-new-suez-crisis-threatens-the-world-economy
Esto además conlleva que Estados Unidos e Israel han desarrollado planes para atacar los depósitos y lanzadores hutíes.
Y que Estados Unidos será reacio a ampliar su participación en Oriente Medio, ya que la administración Biden se había centrado en ampliar el grupo de trabajo del Mar Rojo y ejercer presión diplomática y económica sobre Irán.
Pero hay incertidumbre y posibilidades de que la escalada suba y suba. Y eso son tambores de guerra que suben en su terrible ruido.
