Es impresionante que por un máximo de unos 400 millones de soles en un año y a todo dar, el MEF del ministro suba y ajuste de manera absurda el ISC a ciertos productos en plena recesión. ¡Qué bárbaro!
Me hace recordar que, en 1974, el economista Arthur Laffer dibujaba en una servilleta del restaurante Two Continents de Washington su famosa curva impositiva. En ese momento, no podía imaginar que aquel trozo de tela acabaría decidiendo el destino de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Y hasta teniendo su propia vitrina en el Museo de Historia Americana.
Traté del tema en mi blog in extenso. Ver: https://lamula.pe/2015/11/27/bajo-tasas-y-recaudo-mas/lucuma/ y: asimismo https://lamula.pe/2016/03/13/ppk-un-buho-de-la-macroeconomia/lucuma/
Laffer trataba de justificar con un sencillo diagrama cómo una bajada de impuestos podía seguir generando un aumento en la recaudación por su capacidad revulsiva sobre la actividad económica. Dick Cheney y Donald Rumsfeld, seguían con atención las líneas de Laffer entre bocado y bocado de chuletón. También el analista de The Wall Street Journal Jude Wanniski, que, cuatro años más tarde, contó la anécdota en un libro no publicado en español The Way the World Works, disparando la popularidad de la curva de Laffer.
La doctrina de la servilleta triunfó en los medios de comunicación en la década de los 80, y su popularidad parece estar detrás de la llegada al poder americano y británico, respectivamente, de Ronald Reagan (en 1980) y Margaret Thatcher (en 1979). Ambos dirigentes lograron imponerse a sus adversarios con una política favorable a la bajada de impuestos.
La anécdota de la servilleta es recordada por Shiller como muestra del poder de una narrativa económica, una historia suficientemente brillante que contenía un ingrediente básico para mantenerse en el recuerdo: una potente imagen visual. Exacto, la servilleta. Que su teoría fuese correcta o no pasaba a un segundo plano. Era demasiado buena para quedar arruinada por los detalles.
El ganador del Premio Nobel en 2013 explica cómo esta historia desencadenó «un movimiento más serio de cambio político orientado a bajar impuestos y liberalizar la economía», y argumenta que también pudo explicar una tendencia social de la época a favor del emprendimiento.
En nuestros días, la caída de los tributos del gobierno central, en septiembre del 2023, fue de casi 19% en términos reales. Séptimo mes consecutivo en que caía la recaudación. La tendencia es negativa. Ya debería haber habido alerta amarilla. El nivel actual de la presión tributaria, si descontamos el periodo de la pandemia, nos remonta a los niveles registra-dos en 1997, es decir 26 años de retroceso. Esta situación revela el fracaso de la política tributaria del gobierno y la ineficiencia de la SUNAT. Lo que es muy grave y a nadie parece importarle pues el gordito del MEF no dice nada sobre el PIA de este año sobre valorado. El tipo es una “calamidad”.
Para colmo hoy en día, los cigarrillos, cerveza, tabaco, pisco, y líquidos alcohólicos, por RM 030 2024 EF 15 han subido en su ISC. Esto no se había hecho sino en el 2022.
La decisión, orientada a ajustar el impuesto según la inflación, ha generado preocupación, especialmente entre representantes de las mypes, quienes expresan temores sobre los efectos negativos en la recuperación económica del país.
El ministro del MEF sostiene que el aumento busca moderar el consumo de estos productos, al tiempo que garantiza una fuente de ingresos para el Estado, que durante el 2023 cayeron significativamente.
Se le advierte sobre el riesgo de que esta medida fomente la informalidad, ya que los incrementos de costos podrían incentivar la creación de mercados negros.
La verdad es que en recesión no se suben impuestos y menos en aquellos como el ISC. Pero tenemos un ministro que no chunta una y que miente y que dice que como la inflación ya bajo el país entra en crecimiento, lo que es una es-tupidez sin base alguna a la que acostumbra este gordillo.
Lo del ISC ya es el colmo, pues se conoce que este no se debe aumentar en época recesiva y si se hace es porque la Política Fiscal quiere reducir su consumo no aumentarlo, es decir se gravan productos considerados “conspicuos” no Ok para la sociedad.
Es impresionante de que de S/50,000 millones que recibió presupuestalmente Alan García de Toledo, allá por julio del 2006, ahora estemos en S/ 241,000 millones y en el cual se subió 12% adicional respecto al año 2023 de manera por demás absurda y creyendo aumento de ingresos, lo que no se ha dado ni se iba a dar.
El gordillo del MEF ha dicho que se incrementará la tasa del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) porque el fisco necesita una mayor recaudación. ¿Alguien entiende a este tipo?
Este ministro gordillo Contreras dijo que instituciones internacionales han estimado que, en promedio, en Perú se pierden cerca de S/23 mil millones por ineficiencia en el gasto públicos.
Y por supuesto allí quedo la cosa. Dice cada sandez y nada hace, pero claro señala que el gobierno no debe pagar en exceso. Otra sandez más.
La verdad es que este señor no debiera estar un minuto más en el MEF. Ni siquiera toca lo vertido en los dispositivos N. 31953;31954 y 31955, leyes presupuestales, de equilibrio financiero y de endeudamiento aprobado en noviembre del año pasado de manera por demás irresponsable, pues se aumentó a S/ 240,808.2 millones el PIA y los gastos corrientes son de S/ 90,653,6 millones para el gobierno central; 30,221,7 millones para la regiones y S/ 19,348.5 millones para los municipios.
Una locura de gasto. Ya la cuenta de pago de deuda sólo en el gobierno nacional es de casi S/ 28,000 millones y seguirá subiendo pues la política de endeudamiento sigue hacia arriba. De los originales S/ 29,584 millones aprobados primigeniamente.
Y si uno mira cómo se financia el presupuesto, este sólo concita S/ 166,885 millones de recursos directos, lo que quiere decir que la recaudación efectuada por la Sunat es de lo peor y lo informal crece y crece. Lo que es peor el de mafias como la minería ilegal.
Urge un cambio enorme en el MEF y aledaños. Y no subir minucias como es el caso del ISC y en este contexto aún recesivo. Un ajuste al enorme gasto corriente presupuestado, sí que es una decisión para tomar ya.