Por: Dennis Falvy // ¿Por qué los argentinos jamás aprenden?

por | Dic 13, 2023 | Opinión

El analista Andrés Velasco, exministro de hacienda de Chile, es director de Proyectos del Grupo de Trabajo del G30. Velasco, escribe para Project Syndicate, que: ¿Por qué no aprendemos nunca? Y advierte que la pregunta exasperada la formuló un reconocido economista latinoamericano tras afirmar, en un webinario, que su país, Argentina, estaba a punto de cometer el mismo error que ya ha cometido decenas de veces.

Y es que el reciente triunfo de Javier Milei, acaparó la atención de los medios, pero igual de notables, señala Velasco, fueron los 11.5 millones de votos (el 44,3% del total) que obtuvo el candidato peronista, Sergio Massa, quien era el ministro de Economía.

Massa incurrió en un masivo déficit fiscal financiado por la “maquinita”. La inflación este año será del 135%. La deuda fiscal 95% del PBI y las Rins negativas en US$ 5,000 millones.

¿Es ello para 11,5 millones de argentinos una gestión macroeconómica sensata perpetrada por Massa para ganar la elección?

Velasco asimismo se hace la pregunta de si aprenden alguna vez los expertos y a su vez los electores piensan que aprendieron.

Los miembros del «Equipo Transitorio» y los del «Equipo Permanente», batallaron acerca de la respuesta adecuada al súbito incremento de la inflación global en 2021. Inicialmente triunfó el Equipo Transitorio, por lo que muchos bancos centrales se abstuvieron de actuar y la inflación llegó a su nivel más alto en décadas. Eso produjo pánico.

Milei captó a los medios con su victoria, pero Massa obtuvo el 44,3% del voto argentino.

La política monetaria entonces tuvo que volverse mucho más restrictiva y el Equipo Permanente declaró la victoria. Destacados defensores de la postura «la inflación desaparecerá por sí sola» reconocieron haber estado equivocados.

En Estados Unidos, parece improbable que las altas tasas de interés provoquen una recesión y sorprende que la baja en la inflación haya sido casi indolora. Por lo tanto, los miembros del Equipo Transitorio ahora afirman que siempre tuvieron la razón. Uno de ellos, el Nobel Joseph Stiglitz, llama a declarar victoria y dar una vuelta olímpica. Stiglitz ha llegado a sostener que «la baja en la inflación ha ocurrido a pesar de las medidas de los bancos centrales, no debido a ellas».

El comportamiento de los argentinos es porque los recortes presupuestarios son dolorosos y los políticos que los aplican rara vez se mantienen en su cargo por mucho tiempo. Los populistas que los reemplazan se benefician de las medidas antiinflacionarias adoptadas por sus antecesores y gozan de un período de estabilidad en los precios y mayor gasto fiscal.

Los votantes creen entonces en ellos y los reeligen. Pero el ciclo comienza nuevamente cuando el déficit presupuestario se vuelve tan elevado que sólo puede financiarse imprimiendo moneda.

En realidad, no es que millones de argentinos hayan llegado a la conclusión de que la prudencia fiscal y monetaria es contraproducente y, por lo tanto, votan por el peronismo. Son peronistas, y puesto que el peronismo postula que toda austeridad, sea del tipo que sea, y bajo las circunstancias que sean, es malvada, eso es lo que deben creer.

El analista Velasco sostiene que la idea de que las identidades determinan las creencias y las preferencias políticas, y no al revés, alguna vez fue hereje, pero la evidencia a su favor va en aumento. ¿De qué otra manera explicar la peculiar y persistente coincidencia de creencias? No hay motivo para que quienes creen que el cambio climático es un peligro, también deban creer que la ayuda financiera internacional es efectiva. Sin embargo, los progresistas invariablemente creen ambas cosas, mientras que quienes se identifican como conservadores juran que el calentamiento global es un engaño y que enviar dólares a los países pobres es un desperdicio.

La pregunta clave, entonces, no es cómo cambiar las creencias, sino cómo modificar las identidades. Y, en esta materia, los científicos sociales no tienen mayores consejos que dar. Sí sabemos que las identidades cambian a un ritmo glacial. Alguien que se identifica con la derecha puede llegar a creer que los argumentos de la izquierda son correctos, pero votará por un candidato de la izquierda sólo después de cavilar largamente.

Los expertos argentinos desean creer que sus conciudadanos finalmente han «aprendido» y que, por ello, 14.5 millones votaron por Milei y sus promesas de reducir drásticamente el déficit y poner fin a la inflación. El analista Velasco, tiene sus dudas. E igualmente es probable que hayan votado por Milei porque era un outsider.

La deuda con el FMI marca US$ 44,000 millones concedidos en el 2018 al expresidente Macri y recientemente el pasado octubre se pagó casi 2.587 millones de dólares al FMI. Este pago castiga las reservas del Banco Central, que han per-forado el piso de los 22.000 millones de dólares, la cifra más baja desde 2006, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner decidió cancelar de un solo pago otro préstamo del FMI para ahorrarse los intereses.

Argentina, el 17 de octubre del año 1945, no pudo desatenderse de los acontecimientos del ámbito mundial y el peronismo irrumpió en un contexto de vertiginoso cambio histórico y, luego de la movilización en la Plaza de Mayo, un contundente triunfo electoral de Juan Domingo Perón en las elecciones de 1946 marcó su historia.

El actual presidente, que ya formo prácticamente su gabinete, el analista Velasco piensa que una vez que se transforme en el establishment, y especialmente si gobierna en coalición con la derecha tradicional, como probablemente lo hará, todo se volverá en su contra. El eterno ciclo de la política en Argentina, con su eterna falta de «aprendizaje», habrá empezado una vez más. Y todas las promesas de campaña entusiastas para un mundo liberal pueden quedar desprestigiadas y en el olvido. Veremos que sucede. La cosa está sumamente complicada.


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